Puerto España, Capital de Trinidad y Tobago
Por Alejandro Aranda
Hace 13 años que la Selección Mexicana de Futbol no gana en estas tierras caribeñas. Ni en el proceso mundialista de Javier Aguirre y ni hablemos del de José Manuel de la Torre.
Para los cabalísticos, por no decir muchos, el 13 es un número de “mala suerte” y los dirigidos por Juan Carlos Osorio debían dejar de creer en eso y dar un golpe de autoridad que los pusiera con un pie en la Copa del Mundo Rusia 2018.
Y ahí están; Talavera, Salcedo, Moreno, Araujo, Luis Reyes, Molina, Diego Reyes, Layún, Herrera, Jiménez y Hernández. Parados sobre el césped del Halsey Crawford en una tarde noche que no perdona el calor caribeño. Parados con una oportunidad única.
Igual y los trinitarios no representan un futbol mágico o aceptable, se les puede reconocer su fortaleza física, su juego aéreo y su verticalidad en el terreno de juego, elementos que siempre complican las visitas del “tri”.
Después del silbido del árbitro, nada que no se esperara, juego duro, físico, incomodo. Ante esto los seleccionados aztecas tratan de mostrar su futbol, se los impide algo y no precisamente es el rival, es el problema de la era Osorio: no poder ligar 90 minutos de buen futbol.
El primer tiempo se basó en buenas intenciones Mexicanas y dinamismo de los caribeños que sin duda alguna se vieron perjudicados por un gol mal anulado que pudo significar la ventaja y que hubiera puesto más presión al “tricolor”.
Para el segundo lapso el juego no cambió mucho, sorprendentemente el físico de los locales vino a menos. Resaltó la buena preparación física con la que cuentan los nuestros, esa que los hizo imponerse futbolísticamente sin ser espectaculares.
Un ensayo de tiro que da en el poste izquierdo del guardameta trinitario por parte de Hector Herrera después de un gran recorte dentro del área. Parecía que ahí venía, se acercaba el gol que pudiera abrir más el camino a Rusia.
Tiro de esquina mexicano. Layún pone un servició a primer poste que busca Molina, Moreno y Reyes, quien conecta el balón con un cabezazo que deja sin oportunidad al arquero. La calma llega a Osorio y sus muchachos.
Lo que queda de partido no es más que para controlar el resultado, refrescar gente, probar a los nuevos convocados.
El partido llega a su fin. La selección Mexicana consigue un triunfo en Puerto España después de 13 años. Otra vez ha dejado dudas el funcionamiento a medias, pero como dijera La Volpe hace 11 años, al mundial, llegamos caminando.
