Dijo que la conducta sexual de riesgo, es aquella que tiene una potencial consecuencia negativa para la salud y la vida de las personas
QUERÉTARO, Qro.- Con el apoyo de alumnos de licenciatura de la Universidad del Valle de México (UVM) campus Querétaro, el doctor Jorge Raúl Palacios Delgado desarrolló un modelo de prevención de conductas sexuales de riesgo entre los jóvenes. “Las conductas de riesgo por sí solas, ya se conocen, sin embargo, el modelo que elaboré es un modelo neuroconductual, con énfasis en determinar los factores sociocognitivos, de neuroregulación y personalidad que inciden en el cambio de conducta, particularmente la sexual.
“Además de estimar empírica y psicométricamente el modelo, lo he implementado con resultados favorables, ambos elementos (estimar el modelo e implementarlo en un programa preventivo) son innovadores, ya que la mayoría de programas preventivos desarrollados en el país no prueban empíricamente su efectividad”, explicó el Doctor en Psicología con Especialidad en Psicología Económica y Neuroeconomía, miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel 1.
Dijo que la conducta sexual de riesgo, es aquella que tiene una potencial consecuencia negativa para la salud y la vida de las personas. Algunos de los elementos que se consideran para determinar si existe una conducta sexual de riesgo son la edad de inicio de la actividad sexual, la frecuencia con la que se tienen relaciones sexuales, el tipo de relación sexual que se establece, el uso inconsistente de condón y el número de parejas sexuales en la vida.
El investigador de la UVM, detalló que, el modelo permite tomar acciones para prevenir la conducta sexual de riesgo entre los jóvenes, dirigiéndose a algunos de los factores que inciden en ella, y agregó que una de las preocupaciones que principalmente lo motivaron, es la alta tasa de embarazos no planificados entre la población joven de Querétaro, así como la incidencia de infecciones de transmisión sexual como el Virus de Papiloma Humano y el VIH que se presentan en el país.
Este programa preventivo se centra en dos componentes, el primero es desarrollar estrategias audiovisuales para enseñar a los individuos a disminuir la posibilidad de presentar conducta sexual de riesgo, “diseñamos carteles y mensajes audiovisuales que van a llegar a los jóvenes brindándoles capacidades para afrontar conductas de riesgo. Los audiovisuales consisten en transmitir las estrategias que ellos deben utilizar, y sobre qué hacer, cómo hacer, en dónde y cómo emplear dichas estrategias para prevenir la conducta sexual de riesgo”, indicó.
El segundo componente tiene que ver con impartir programas de prevención a los jóvenes que desde el punto de vista del Dr. Palacios, requieren estar fundamentados en modelos como los desarrollados por su equipo de investigación, de manera que con su implementación se puede contribuir y lograr un cambio en la conducta si se actúa sobre ella, logrando que los jóvenes tengan una sexualidad satisfactoria, plena y con responsabilidad.
Entre los trabajos realizados por Palacios Delgado, que permiten entender este modelo se encuentra el Estudio sobre autoeficacia, intención y uso del condón en adolescentes, que entre otros aspectos, incluyó una intervención sobre el uso correcto del condón, encontrando que después de esta intervención, “los jóvenes incrementaron significativamente el número de aciertos para usar de forma correcta un condón, la intención de usar condón y la autoeficacia para evitar conductas sexuales de riesgo, es decir, mejoraron en los pasos para poner un condón de forma adecuada, aumentó su intención de usar condón la próxima vez que tengan relaciones sexuales, así como la capacidad de evitar conductas sexuales de riesgo” (Palacios, Bravo & Andrade, 2007: Palacios & Parrao, 2010).
“Nos interesa enseñar el uso adecuado del condón, particularmente en las mujeres, debido a que dejar de usarlo se asocia a Infecciones de Transmisión Sexual principalmente con el Virus del Papiloma Humano, que a largo plazo tiene como una de las consecuencias el cáncer cervical, que es uno de los principales problemas de salud en las mujeres.
A partir de que hemos comprendido los factores que inciden en la conducta sexual de riesgo, se ha desarrollado un programa de intervención preventiva a partir de los determinantes neurocognitivos y de personalidad con el cuál, podemos enseñar a los jóvenes y adolescentes mecanismos de neuroregulación afectiva y autoeficacia para que aprendan a prevenir y disminuir la posibilidad de adquirir una infección de transmisión sexual o embarazarse a una edad temprana”, acotó Jorge Raúl Palacios.
