Ciencia y tecnología

Astrónomos descubren que oro y platino tienen origen ‘extraterrestre’

Colisión de estrellas de neutrones revela origen de ambos metales preciosos

Hace mucho tiempo, dos estrellas chocaron con tanta fuerza que crearon un terremoto cósmico captado en una galaxia muy lejana… la nuestra. Del cataclismo de estos astros emergieron metales que nuestra civilización ha considerado preciosos durante miles de años y cuyo origen aún no había sido comprendido. Después de la colisión, los núcleos de estas estrellas crearon una gravedad tan intensa que su luz jamás volvería a ser captada directamente por ser alguno en el universo.

La galaxia NGC 4993 se encuentra situada a 130 millones de años luz de la Tierra, 32 millones de veces más lejos que Próxima Centauri, la estrella más cercana a nuestro Sol. Al mismo tiempo que los dinosaurios terrestres se extinguían, en NGC 4993 se generó el enorme impacto captado en agosto de 2017 por los modernos instrumentos terrestres. Después de que la observación fue cuidadosamente verificada por numerosos grupos de astrónomos (en los que colaboran varios mexicanos), el lunes 16 de octubre se hizo público el espectacular evento.1

En la teoría general de la relatividad, se predicen fenómenos tales como la formación de agujeros negros y la emisión de ondas gravitacionales. Ambos eventos han sido observados de manera directa en NGC 4993, confirmándose nuevamente la teoría de gravitación de Einstein.

Durante décadas se ha debatido sobre el origen de metales como el oro y el platino. La energía presente en las estrellas no es lo suficientemente alta para que estos elementos sean “cocinados” en los hornos estelares ordinarios. Sin embargo, el encuentro de dos estrellas de muy alta densidad permite unir núcleos atómicos al punto de crear estos elementos. Los resultados derivados de los análisis tras el choque en NGC 4993 sugieren que la mayor parte del oro existente en el Universo proviene de colisiones entre estrellas de neutrones.

Es interesante notar que las colisiones entre estrellas de neutrones son más frecuentes de lo que podría suponerse inicialmente. En la década de los años setenta fue descubierto un sistema formado por dos de estas estrellas rotando alrededor de un centro común, perdiendo energía en forma de radiación gravitacional.2 Transcurrido suficiente tiempo, las órbitas pierden estabilidad, produciéndose un violento choque. Es muy probable que buena parte de los metales más pesados que existen en la Tierra provengan de este tipo de evento.

La astronomía ha entrado en una nueva ‘edad de oro’ gracias a la detección de ondas gravitacionales.3 El hecho de que nuestros instrumentos sean capaces de captar colisiones de estrellas densas a millones de años luz de la Tierra permite abrigar nuevas esperanzas de responder preguntas sobre nuestros orígenes, nuestro rol en el cosmos y sobre los procesos fundamentales presentes en el universo.

 
Dr. Alfredo Sandoval Villalbazo, coordinador del Programa de Servicio Departamental de Física del Departamento de Física y Matemáticas de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México. Investigador Nacional Nivel II (SNI)

 

 

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