Mujer

Diseñadoras, más en las aulas, menos en puestos de liderazgo profesional

Tener una generalidad estudiantil femenina y una laboral masculina es un contraste ligado a la estructura heteropatriarcal en la que está inmersa la sociedad

Contrario a lo que se ve en las aulas universitarias en México donde se imparten clases de diseño y en donde las mujeres son mayoría, en el campo laboral la situación se revierte de manera gradual al iniciar el ejercicio profesional, hasta dar un giro completo en la participación de géneros al llegar a los puestos directivos e iniciativas de emprendimiento, donde quienes más destacan en niveles de liderazgo, conferencias y eventos del gremio son los hombres.

Así lo señaló Carmina Santos Bond, coordinadora de la Licenciatura en Diseño Gráfico de la Universidad Iberoamericana Puebla, y agregó que tener una generalidad estudiantil femenina y una laboral masculina es un contraste ligado a la estructura heteropatriarcal en la que está inmersa la sociedad, la cual está acostumbrada a roles culturales y laborales construidos basados en los sexos. 

A pesar de dicha manera de organizar la sociedad, el trabajo y la familia, “nuestro entorno ha estado cambiando y hemos estado abriendo los ojos, pensando y dialogando”, pues con esta estructura heteropatriarcal normativa no se están satisfaciendo las vidas de millones de personas; por eso “cada vez hay más manifestaciones y personas que levantan su voz para demandar equidad”.

Dijo que, cuestionar la inequidad de género entre la población de profesionales del diseño es importante, puesto que mucho de lo que se produce en la industria creativa tiene consecuencias que permean en la educación, la cultura, los medios de comunicación, los bienes y servicios que al final son consumidos por las masas, dijo Carmina.

“Los diseñadores tenemos una relación íntima con esta dinámica, porque tradicionalmente nuestra labor se destinó a elaborar objetos, imágenes y entornos con información que fortalecen los modelos estructurales. Nosotros mismos, como gremio, estamos replicando hacia afuera y hacia adentro. Hacia afuera, en la industria con lo que estamos comunicando y generando; y hacia adentro, en la educación”, apuntó la maestra.

En el caso específico de los comunicadores visuales, que son en su mayoría los diseñadores, es notable su influencia en la percepción masiva de conceptos como género y clase social, “pues para agilizar el proceso de interpretación del espectador comúnmente se replican los estereotipos basados en juicios. Así, hemos visto cómo se desarrollan desórdenes alimenticios; cómo se cambian los valores, percibiendo unos como más importantes que otros, que tal vez no lo sean”, añadió.

Por ejemplo, dijo, en los medios masivos se ha presentado a las mujeres de forma tal que se ha provocado  su objetualización. Y en la publicidad, una rama del diseño, han jugado un papel devastador frases como: ‘sexo vende’; la que va “instruyendo a millones en la violencia de género desde edades tempranas”.

Pero el futuro puede ser distinto, subrayó, pues los procesos de creación están evolucionando y se enriquecen con visiones como la de diseño estratégico, que ofrece nuevos caminos en la solución de problemas complejos. “Y si ese proceso es enriquecido con la visión de las mujeres podríamos descubrir nuevas direcciones”.

“Tendríamos que preguntarnos qué sucede con el liderazgo femenino, cómo se pueden involucrar las mujeres en este cambio, cómo hacer para que esta voz que a veces suena muy bajito suene más fuerte o cómo hacer para que haya voz”. Sólo haciendo cuestionamientos se obtienen soluciones que podrían ir modificando el status quo, “eso que estamos acostumbrados a vivir y que de repente no vemos”.

En el ámbito educativo, la maestra Santos Bond consideró que las y los profesores deben promover el diálogo y abordar temas de inequidad, fortalecer la colaboración y el empoderamiento. 

De igual forma, “las mujeres tendríamos que asumir papeles de liderazgo en condiciones laborales inclusivas, que promuevan un acercamiento distinto a los problemas de nuestra sociedad. Y así es probable, que modificando la enseñanza del diseño, se reestructure equitativamente la industria creativa y se produzca un cambio social que resulte en un futuro más alentador y justo”.

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