Metropoli

SOBSE inyecta material arcilloso en grietas de la delegación Tláhuac

El compuesto con el que se trabaja dotará al subsuelo de estabilidad y firmeza ya que a diferencia del concreto u otros materiales detiene la ampliación de las grietas

A través de inyecciones de material arcilloso (cemento-bentonita) que mejorará las condiciones mecánicas del suelo, se trata de mitigar el riesgo que representan los agrietamientos en un perímetro de 25 calles de la colonia Del Mar, entre Canal de Chalco, La Turba, Avenida Piraña y calle Langosta, en la delegación Tláhuac.

Es la primera vez que se hace este trabajo en la Ciudad de México, lo que marcará un antes y un después en los temas de geología en la ciudad y de intervención efectiva.

De esta manera, la Secretaría de Obras y Servicios (SOBSE) inició el pasado 29 de enero las labores de resiliencia en esta demarcación derivado de los efectos del sismo, y tendrán una duración estimada de seis meses, para lo cual se requerirá de una inversión aproximada de 350 millones de pesos.

El titular de la SOBSE, Édgar Tungüí Rodríguez, destacó que el compuesto con el que se trabaja dotará al subsuelo de estabilidad y firmeza ya que, a diferencia del concreto u otros materiales, detiene la ampliación de las grietas.

La mezcla que se inyecta fragua y endurece, con lo que reduce el grado de permeabilidad y mejora las características mecánicas del subsuelo, además que reduce las presiones generadas en el terreno afectado por la fracturación.

Previo al procedimiento de inyección, se realizan trabajos de reparación de la red de agua potable y de drenaje, ya que el movimiento telúrico ocasionó dislocamientos de la tubería de la zona.

Para estas labores la SOBSE colabora con el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACMEX). Además, se realiza un trabajo ordenado para que las compañías y empresas usuarias del subsuelo revisen la zona y ordenen o retiren su cableado.

Tras el movimiento telúrico, el Gobierno de la CDMX realizó recorridos de evaluación con geólogos expertos, gracias a lo cual se pudieron identificar los accidentes geológicos en sitio y así determinar los criterios que delinearon el perfil de los análisis y estudios que actualmente están en curso.

El grupo de especialistas ha avanzado en los estudios geológicos, con el 100 por ciento completado, lo que permitió encauzar la solución.

Como parte de los hallazgos está la identificación de una discontinuidad local en el terreno, que ocasionó las grietas sobre pavimento, banquetas y bardas perimetrales, destacando que algunas de estas afectaciones ya existían desde varios años (incluso 30) antes del sismo.

Entre las primeras incidencias atendidas está un colector de 80 centímetros de diámetro ubicado sobre la calle Sirena, mismo que falló debido a las deformaciones diferenciales causadas en el terreno. Durante su reparación se observaron en la zona circundante grietas mayores a cuatro metros y separaciones entre banqueta y casa de hasta 18 centímetros.

Sobre el procedimiento, Tungüí Rodríguez detalló que las inyecciones se hacen en forma repetitiva y selectiva. El tubo utilizado es elaborado con PVC y tiene pequeñas perforaciones con distancias de entre 50 y 100 centímetros, para dar salida al fluido que se pretende inyectar.

A medida que avanza el tratamiento van creciendo las ramificaciones de mezcla endurecida, lo que asegura el cierre de las fracturas. Adelantó que las primeras máquinas de inyección de material se ubican paulatinamente en las zonas a intervenir, luego de ser debidamente calibradas.

Arriba