Salud y nutrición

Severos daños a corteza prefrontal en adictos a drogas o alcohol

Las personas en las que no funciona de manera correcta esta zona no pueden tomar la decisión de dejar de consumir la droga

Advierte el doctor Eduardo Calixto González, que al consumir drogas o alcohol los receptores se están disminuyendo y que en el momento no tiene corteza prefrontal, «en la medida en que se desintoxique va a aumentar su corteza prefrontal y tendrá más elementos para tomar una mejor decisión sobre su vida».

Explicó que el consumo repetido de drogas puede dañar el centro esencial de toma de decisiones en la parte frontal del cerebro. «Las personas en las que no funciona de manera correcta esta zona, conocida como corteza prefrontal, no pueden tomar la decisión de dejar de consumir la droga. Los estudios de imagenología del cerebro de las personas adictas a las drogas o al alcohol muestran menor actividad en la corteza frontal».

El especialista detalló que, esta parte del cerebro es la región que más tiempo tarda en desarrollarse. «De hecho se considera que no termina su desarrollo hasta los principios de la edad adulta entre los 20 y 25 años de edad. Los procesos cognitivos y las funciones ejecutivas no podrían llevarse a cabo sin su participación, de manera que estamos ante una de las áreas más relevantes a la hora de poder adaptar nuestra conducta a las situaciones y realizar operaciones cognitivas complejas».
Calixto González dijo que la corteza prefrontal tiene importantes conexiones con una gran cantidad de regiones cerebrales tanto corticales como subcorticales, como por ejemplo el sistema límbico, los ganglios basales, el hipocampo, el tálamo y el resto de lóbulos cerebrales. Es por ello que influye en y se ve influida por una gran cantidad de información proveniente de muy diversas regiones, resultando imprescindible para la correcta gestión de la conducta y de nuestros recursos.
Para ejemplificar cómo las drogas cambian la percepción de la realidad, el doctor Calixto González, responsable del departamento de neurobiología del Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente Muñiz”, relató un estudio realizado por los doctores James Olds y Peter Milner en 1954, en donde se llegó a la conclusión de que la conducta estaba impulsada por el placer y por el dolor.
“A una rata se le pusieron unos electrodos en el cerebro. De un lado de la jaula cuando la rata presionaba una palanca le salía un pedazo de comida, pero del otro lado le daban estímulo eléctrico en la zona conocida como septum, lo cual la hacía sentir placer. Lo que hizo que la rata cambiara su percepción de la realidad y entonces dejara de comer y tomar agua, la rata moría al día 21 de inanición pero feliz. Estamos frente a un evento en el cual se comprueba que el cerebro empieza a cambiar la percepción de la realidad y ya no le interesa lo más básico.
Lo que sucedió quizá sea el experimento más impresionante de la historia de la neurociencia de la conducta: las ratas llegaron a pulsar la palanca hasta 7 mil veces por hora para estimularse el cerebro. Las ratas hembra abandonaban a su camada recién nacida para seguir pulsando la palanca”, explicó el doctor Eduardo Calixto.
Después de los 40 años, una persona cada 10 años disminuye 5 por ciento su corteza cerebral, pero un individuo expuesto a drogas o alcohol se le disminuye 7.5 por ciento la corteza cerebral, 50 por ciento más de pérdida. Lo primero que se va con la adicción es la memoria, señaló.
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