Mujer

La aplicación de leyes altamente punitivas recae con más severidad en mujeres y sus familias

WASHINGTON, D.C.— La Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA por sus siglas en Inglés), y EQUIS Justicia para las Mujeres (México), en colaboración con Scopio (México), difundieron una serie de cortometrajes sobre mujeres encarceladas por delitos de drogas en América Latina.

Los cortometrajes documentan el devastador costo humano de las políticas punitivas de drogas y las condiciones específicas que hacen que la aplicación de leyes altamente punitivas recaiga más severamente sobre las mujeres y sus familias.

Las mujeres son condenadas principalmente por posesión, venta o transporte de pequeñas cantidades de drogas; generalmente, no ocupan puestos de poder dentro del narcotráfico y no han cometido crímenes violentos. De igual forma, su encarcelamiento no tiene impacto en el tráfico de drogas. No obstante, el número de mujeres encarceladas por delitos de drogas está aumentando a un ritmo alarmante:

  • En México, la tasa de encarcelamiento de mujeres por delitos relacionados con drogas aumentó un 103,4% entre 2014 y 2016.
  • En Colombia, aumentó un 154% entre 2002 y 2016.
  • En Brasil, aumentó un 344,9% entre 2005 y 2013.

Los videos fueron filmados en una prisión en Oaxaca, México. Sin embargo, las historias de estas mujeres son representativas de los desafíos que enfrentan las mujeres en todo el hemisferio. Uno de los videos cuenta la historia de “Gaby”, una madre soltera indígena de Oaxaca, que entra al mercado de la marihuana para mantener a su familia y poder pagar los costos médicos de su hijo, quien tiene parálisis cerebral. Por el delito de transportar marihuana, es sentenciada a 10 años de prisión.

“La marihuana ya es legal en muchos estados de Estados Unidos. Sin embargo, México sigue encarcelando con penas altísimas los delitos relacionados a esta sustancia”, afirma Coletta Youngers, asesora en WOLA al programa de políticas de drogas.

“Las políticas punitivas de drogas han afectado desproporcionadamente a las mujeres. Muchas de ellas son pobres y entran al mercado de las drogas por la desesperación, la falta de oportunidades o por coerción. Las cárceles femeninas se han llenado de mujeres que no han cometido crímenes violentos y quienes tampoco representan amenazas serias a la seguridad pública”, concluye.

Otro de los videos detalla la historia de “Orfa”, una mujer guatemalteca quien es encarcelada en México por introducir cocaína al país. El perfil de Orfa es común en cuanto a las mujeres extranjeras encarceladas por tráfico de drogas.

“Las mujeres involucradas en el tráfico de drogas enfrentan una mayor estigmatización y discriminación que los hombres. En realidad, la mayoría de estas mujeres son pobres, tienen pocas oportunidades económicas y estudios, son madres solteras y no son violentas. Es importante que los servidores públicos entiendan el efecto devastador que el encarcelamiento tiene sobre estas mujeres y sus familias”, dice Ana Pecova, directora Ejecutiva de EQUIS Justicia para las Mujeres.

Además de las historias de Gaby y Orfa, un tercer video retrata las historias de unas mujeres más.

 

 

Arriba