Mujer

Voces de la alteridad. Estudiantes de la Ibero, de pueblos originarios, de la autoría de alumnas indígenas

Es también un trabajo emocional porque presupone el inconformismo ante el carácter incompleto de una práctica o un saber la inconformidad y rebeldía frente a la propia cultura

En el libro «Voces de la alteridad. Estudiantes de la Ibero, de pueblos originarios», alumnas indígenas de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México (IBERO) relatan sus historias de vida. La obra, editada por la Dirección de Publicaciones de la IBERO, consta de seis relatos elaborados como resultado de un taller biográfico que les permitió repensarse a sí mismas en al menos una triple identidad: como jóvenes universitarias, como mujeres latinoamericanas indígenas y como hablantes de su lengua materna y del español.

Lo que dicen en «Voces de la alteridad» Ana Feliz, Floriana de la Torre, Florina Mendoza, Gloria Grácida, Edith Paucar e Isabel Saldaña, indígenas de  Oaxaca, Chiapas, Guatemala y Perú; y alumnas de la Licenciatura en Historia, y de las maestrías en Administración, Desarrollo Humano e Investigación y Desarrollo de la Educación en la IBERO, es un trabajo emocional que refleja en sus testimonios pasión, dolor y esperanza.

Es también un trabajo emocional porque “presupone el inconformismo ante el carácter incompleto de una práctica o un saber, la inconformidad y rebeldía frente a la propia cultura y también frente a la cultura occidental impuesta como algo superior. Y es un trabajo transgresivo también porque altera la realidad dada al sublevarse contra esa realidad que me mantiene en la subordinación, en la exclusión”, consideró el Rector.

Las narraciones de las estudiantes dan cuenta de una trayectoria común constituida por distintos momentos: el encuentro con la cultura hegemónica; la negación del valor de la propia cultura e identidad; el reconocimiento de la subsistencia de la cultura madre, como referente identitario; la reconfiguración de su identidad compleja, mediante la apropiación de otros sentidos de vida; el replanteamiento, siempre de manera dolorosa y conflictiva, de su origen; y la oportunidad de una reinserción consciente y activa a sus comunidades de origen.

Sus relatos son fascinantes, hermosos, entrañables; y también dolorosos. “Son testimonios en realidad de un diálogo intercultural realizado externamente en la Universidad Iberoamericana, e internamente en la mente y en el corazón de cada una de las protagonistas”.

Las dos tareas, de deconstrucción y de reconstrucción, se adivinan muy claramente en los relatos que nos presenta «Voces de la alteridad»; por un lado, las mujeres narradoras descubren cómo han sido influidas y cuestionadas por la cultura hegemónica; y por otro lado, revaloran su herencia indígena y la potencian hacia el futuro.

Los textos de las biografiadas en «Voces de la alteridad» avalan que el trabajo de traducción y de mutuo enriquecimiento puede darse entre saberes hegemónicos y saberes no hegemónicos, entre diferentes saberes, y entre saberes no hegemónicos. Asimismo tiene que haber dialogo entre la cultura mayor y las culturas subordinadas, y entre las culturas subordinadas entre sí.

El trabajo de traducción intercultural que realiza el libro “permite crear sentidos y direcciones precarios, modestos, pero concretos; de corto alcance, pero radicales en sus objetivos; inciertos, pero compartidos. Se trata de crear justicia cognitiva a partir de la imaginación epistemológica, implica crear las condiciones para una justicia global a partir de la imaginación democrática. Este trabajo intercultural crea las condiciones para emancipaciones sociales concretas, de grupos sociales concretos en un presente, cuya injusticia es legitimada con base en un masivo desperdicio de la experiencia”.

Los pueblos indios, así como las seis estudiantes que participan en «Voces de la alteridad», buscan con frecuencia utilizar las técnicas más avanzadas de producción, consumir bienes industriales, reclaman su acceso a la educación y a las comunicaciones masivas; pero esta adopción de la modernidad no es necesariamente sustitutiva de sus tradiciones.

 Al apropiarse de muchas cosas, las y los indígenas son eclécticos, “porque han descubierto que la pura preservación de sus tradiciones no es siempre el camino más apropiado para reproducirse y para mejorar su situación. No es la visión que consagra, preserva, aísla, no es la visión del gueto; es la visión del diálogo intercultural y del enriquecimiento”. 

 La coordinación de «Voces de la alteridad. Estudiantes de la Ibero, de pueblos originarios», corrió a cargo de la doctora Mercedes Ruiz Muñoz, académica del Departamento de Educación de la IBERO; y de Martha Franco García. 

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