Metropoli

Personal del Hospital General Doctor Enrique Cabrera juega con la salud y necesidad de los desprotegidos

El cirujano de turno les dice que si no están de acuerdo con sus protocolos que vayan a buscar suerte en el Hospital General en donde quizá con suerte podrían atenderlos

Mientras los mandatarios se esfuerzan por mejorar los servicios, principalmente para las personas de escasos recursos, responsables de cumplir y hacer cumplir las disposiciones las ignoran, dan preferencia a amigos y familiares o simplemente no les da la gana atender a los más necesitados, como sucede en el hospital general Dr. Enrique Cabrera, perteneciente a la Secretaría de Salud de la Ciudad de México (SEDESA).

Múltiples son las quejas de pacientes por la falta de seriedad del personal que ahí labora, sobre todo en la sección de cirugía general que encabeza la doctora María Isabel Yglesias Galeana, donde un día si y al otro también, programan a enfermos para cirugía, en ocasiones hasta los internan para que a la mera hora salgan con la absurda excusa de que no sabía la doctora que estaban programados para cirugía, que no hay lugar, que ahí solo es un hospital de urgencias o cualquier otro pretexto, para mandar al paciente a su casa a pesar de que ya llevan todos los estudios que les pidieron para poder intervenirlos.

Uno de los casos es el de una joven a quien desde hace más de un año le diagnosticaron Colelitiasis, a quien habían programado para cirugía el día 7 de noviembre de 2017, después de meses de trámites, de mendigar un espacio en el hospital, de realizarse diversos estudios para corroborar su estado de salud, antes de la operación.

La joven narró a DeReporteros que los estudios que le realizaron son: Química sanguínea, placa del tórax, endoscopía, electrocardiograma, ultrasonido de vesícula biliar. «Finalmente al comprobar y revisar todos los estudios me programaron para cirugía el día 08 de febrero del 2018, fui internada a las 16:00 horas y a partir de las 22:00 horas comencé con un ayuno que continuó hasta el día siguiente, hasta después de la supuesta cirugía. A las 7:00 am del día 09 de febrero del 2018 los médicos comenzaron su ronda y dieron indicaciones a las enfermeras para que nos preparasen para la operación, en ese momento se llevaron a 4 personas hacia los quirófanos y argumentaron que en un rato más regresaban por mi para entrar a la operación, de modo que me colocaron unas vendas en las piernas y una cofia para el cabello. Pasaron las horas y nunca regresaron por mí, al preguntar a las enfermeras si sabían a que hora regresarían los doctores, me respondían que no contaban con la información, que probablemente estarían un rato más en quirófanos ya que al parecer era día de exámenes y terminaban a la 13:00 horas ; a las 12:00 horas del mismo día yo seguía sin tener conocimiento del procedimiento a seguir y nadie pudo darme información de el paradero de los médicos. Para entonces ya era hora de la visita de los familiares, así que mi mamá llegó preocupada al lugar en donde me encontraba, como me vio preparada para cirugía pensó que ya me habían practicado la operación pero lamentablemente no fue así. En ese momento volvimos a pedir informes a los enfermeros de turno pero ninguno de ellos nos decía algo concreto, sólo especulaciones sobre los doctores y el procedimiento a seguir. Finalmente mi mamá encontró a un enfermero joven que no estaba asignado a mi pabellón, pero muy amablemente entendió nuestra angustia y enojo y fue a buscar a la doctora para que nos brindara información. Terminó la hora de visita y mi mamá tuvo que salir del hospital. Después de un rato llegó la doctora Yglesias argumentando que apenas le habían avisado que yo estaba internada en el hospital y preparada para la cirugía de vesícula. Me ofreció una disculpa por el tiempo perdido y me dijo que ya no había quirófanos disponibles, de modo que tenía que reprogramar mi cirugía hasta el mes de abril.  Así que me retiraron la canalización, el ayuno y me dieron de alta hasta las 17:00 horas. Se comunicaron con mis familiares para que pudiera salir del hospital, me dieron mi hoja de alta y una hoja de nueva fecha de cirugía para el domingo 8 de abril del 2018, argumentando que en esa fecha si podían realizar la cirugía ya que era la única paciente programada».

Previo a la nueva cita, donde se supone que era la ÚNICA programada para el 8 de abril, «me repitieron los estudios de sangre 4 días antes de la nueva fecha. El domingo 8 de abril de 2018 acudí al hospital a las 7:00 am como estaba programado. Al llegar me canalizaron a la ventanilla de urgencias donde la recepcionista ingresó mi documentación y me dijo que esperara ahí y que los doctores se encontraban en quirófano, en cuanto se desocuparan y limpiaran el quirófano me iban a llamar. A las 8:00 am aún no teníamos ninguna respuesta así que regresamos a la ventanilla a preguntar, pero la recepcionista ya no se encontraba en su lugar porque era el cambio de turno. De modo que le preguntamos al oficial que se encuentra en la puerta y él nos dijo que no sabía nada y que mejor preguntáramos directamente en el área de cirugía general. Finalmente nos refirieron al área de admisión hospitalaria para nuevamente ingresar mi documentación pero no pude hacerlo ya que en urgencias no me querían regresar mi hoja de admisión porque ya la habían ingresado. Después de una hora y mucha insistencia el personal de admisión hospitalaria mandó pedir mis documentos al área de urgencias y me dijo que esperara nuevamente en la sala y que los médicos ya tenían conocimiento de que estaba esperando cirugía. En el mismo lugar se encontraba otra paciente que estaba esperando cirugía y era la cuarta vez que la regresaban a casa sin éxito de obtener la operación. Nuevamente pasaron las horas y nadie nos daba respuesta. A la 13:00 horas salió el cirujano de turno a decirnos que otra vez no podían operarnos ya que como era un hospital exclusivo de urgencias le iban a dar prioridad a un supuesto accidentado en moto y a un herido en el cuello por un pica hielo. Y que nuevamente tendríamos que acudir en el transcurso de la semana con nuestros respectivos doctores a programar una nueva fecha para cirugía. Al escuchar nuestras quejas y molestias nos volvió a repetir que era un hospital de urgencias y que los pacientes que llegaban tenían prioridad aún cuando ya teníamos programada la fecha y que si no estábamos de acuerdo con sus protocolos que fuéramos a buscar suerte en el Hospital General en donde quizá, con suerte, podrían atendernos».

Es así como estos «profesionales» responsables de la salud, juegan con la salud y necesidad de la gente que no tiene recursos para acudir a un hospital privado o no cuenta con seguridad social. Es así como tratan a los pacientes que no son de su familia o amigos, mientras los mandatarios presumen sus programas. ¿Pero qué tal salen a marchar y protestar cuando la justicia alcanza a uno de sus colegas, por negligencia?

Arriba