Metropoli

Necesaria una nueva Ley General de Aguas con base en el acceso equitativo y sustentable

Plantea dejar de considerar los ríos y las barrancas como infraestructura de drenaje o basureros defender y expandir las zonas chinamperas y fortalecer el manejo de picos de lluvia en cuenca alta

Señala Pedro Moctezuma Barragán que, desde que en 2009 aparecieron las primeras grietas en la Cuenca del Valle de México se ha hablado de una crisis hídrica, que está presente ya con socavones por toda la ciudad, causando inundaciones y escasez de agua como resultado de un paradigma insostenible defendido por el statu quo.

Ante este panorama, es imperativo recuperar los ciclos de ese recurso natural sin sobreexplotación ni trasvases, aseguró el coordinador del Programa de Investigación Sierra Nevada de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Para hacer frente a esta problemática, el doctor Moctezuma Barragán,  propuso cuatro estrategias que respetan la reforma al artículo cuarto constitucional, según la cual debe haber una nueva Ley General de Aguas con base en el acceso equitativo y sustentable y, lo más importante e innovador, con participación ciudadana junto con los tres niveles de gobierno.

La primera está relacionada con los servicios hídrico-ambientales para evitar daños a la capacidad de carga de la cuenca, que requiere una gestión integral para cuidar bosques y áreas de recarga, rescatar ríos, humedales y otros cuerpos de agua, así como conservar y profundizar los lagos.

Además plantea dejar de considerar los ríos y las barrancas como infraestructura de drenaje o basureros; defender y expandir las zonas chinamperas, y fortalecer el manejo de picos de lluvia en cuenca alta mediante presas de gavión y ollas de agua, todo lo cual implica favorecer y respetar la gestión comunitaria del agua, dijo.

La segunda se refiere a la gestión de aguas pluviales urbanas y el aprovechamiento de los lagos, ya que la zona chinampera puede absorber hasta cuatro metros cúbicos por segundo y evitar muchas de las inundaciones que ocurren en el sureste de la ciudad.

El académico del Departamento de Sociología de la Unidad Iztapalapa expuso que la tercera estrategia tiene que ver con la gestión de ciclos locales de tratamiento y reúso de aguas residuales que implica separar las pluviales.

Y por último, el acceso equitativo que atiende la disparidad entre el poniente, norponiente y el oriente-sur de la ciudad; esta última, a pesar de ser la zona productora de agua, por cuestiones de infraestructura es la que sufre más escasez.

La doctora Elena Burns, coordinadora de Proyectos Especiales del Centro para la Sustentabilidad Incalli Ixcahuicopa (CENTLI), sugirió construir una nueva forma de gobernanza del agua a partir de la academia y las comunidades, así como fomentar la voluntad política para cogobernar en torno al vital líquido.

La especialista agregó que la representatividad debe surgir desde abajo territorialmente y crear nuevas formas para la toma de decisiones en torno a la sustentabilidad con equidad.

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