Capitalinos piden a las autoridades realizar este ejercicio con mayor frecuencia
Poco a poco, los habitantes de la Ciudad de México se van acostumbrando a la idea de que es necesario participar en los simulacros de evacuación. A pesar de la ansiedad que les provoca el sonido de la Alerta Sísmica; a pesar de la angustia de saber que nadie puede predecir en qué momento y a qué hora sucederá un fenómeno sismológico, los capitalinos responden al llamado de las autoridades y se hacen uno con ellas para aprender a prevenir.
Así sucedió la tarde de este miércoles 19 de septiembre, a 33 años de los terremotos de 1985, y un año de los ocurridos en 2017. Trabajadores, estudiantes, maestros, amas de casa, todos estaban preparados para el minuto de silencio que se guardó a las 13:14 horas en memoria de las personas que murieron en 2017, para posteriormente y de manera ordenada, realizar el simulacro de evacuación.
Por toda la Ciudad de México se observaron grupos de trabajadores que abandonaban los inmuebles, tanto de empresas privadas como de instituciones públicas, a los primeros sonidos de la Alerta Sísmica. Lo mismo sucedió en las escuelas, donde maestros cuidaron que los niños aplicarán la recomendación de: No corro, No grito, No empujo, y con ello prevenir que no cayeran en las escaleras, no arrollarán a los más chicos y no entraran en pánico.
De acuerdo al reporte de las autoridades, el macro simulacro fue un éxito ya que contó con la participación de miles de capitalinos que obedecían las instrucciones para ubicarse en un punto en el que, en caso de que estuviera sucediendo un terremoto, ellos no corrieran peligro.
Como si de un sismo de gran magnitud se tratara, elementos del Cuerpo de Bomberos, del ERUM, de la Policía capitalina, de Protección Civil y diversos grupos de rescate, participaron en diversas demostraciones de lo que harían en caso de ser necesario, como rescatar personas atrapadas en edificios altos, en vehículos, bajo escombros, entre otros.
En tanto, en el lugar en el que algún día estuvo el Colegio Rébsamen, padres de los niños que perdieron la vida el pasado 19 de septiembre, escucharon una misa que se ofreció en memoria de los infantes fallecidos y colocaron ofrendas florales.
Lo mismo sucedió en otros puntos de la capital del país, donde el movimiento telúrico derribo edificios y personas murieron, por lo que familiares acudieron a depositar ofrendas florales.
Algunas personas que participaron en el macro simulacro, coincidieron en que a pesar de que el recuerdo de la desgracia ocurrida hace un año les provoca ansiedad, piden a las autoridades realizar este ejercicio con mayor frecuencia.
Fotos: Cortesía
