La generación Vive Latino ha pasado algunos de sus mejores momentos cantando bailando incluso llorando ya sea de emoción o melancolía
Serán los días 16 y 17 de marzo de 2019, cuando se lleve a cabo el festival más importante de México y Latinoamérica, Vive Latino, en el mismo punto de encuentro desde hace 19 años, el Foro Sol.
La historia comenzó en 1998, donde en un par de días, 28 y 29 de noviembre, miles de jóvenes se reunieron con la única premisa de pasar un rato ameno, escuchar buena música y ver en vivo y a todo color a sus héroes musicales del momento, ahora, está por llegar a su edición número 20.
Se dice fácil, pero para llegar a dos décadas de existencia, se necesita un amplio y arduo trabajo, dedicación, entrega y pasión.
Con el paso de los años, el Vive Latino ha cambiado de piel, ha mutado, se ha transformado y todo, para bien. Creció en días y en escenarios. Llegó a tener escenarios especializados en géneros como la electrónica y los sonideros. Exhibió una ópera rock, Dr. Frankenstein. Albergó una plataforma de rock y libros. Actualmente, cuenta con un espacio dedicado a documentales relacionados a la música, un área para bandas y proyectos emergentes y ahora brinda un espacio a los rockeritos en El Parque, además de tener su propia carpa Casa Comedy, con lo mejor del stand up nacional e internacional.
Algunas generaciones han vivido esta maravillosa fiesta. La generación Vive Latino ha pasado algunos de sus mejores momentos cantando, bailando, incluso, llorando, ya sea de emoción o melancolía. Miles de historias, han quedado plasmadas en los rincones y alrededores del gran monstruo de concreto, El Foro Sol.
Ahora, este 2019, el Festival Iberoamericano de Cultura Musical Vive Latino cumplirá dos décadas de vida. Cuatro lustros de presentar en sus escenarios a los mejores exponentes del rock hispanoparlante y sus distintas vertientes.
Foto: OCESA
