Columnas

La caravana en la era de la posverdad

*Por Zakie Smeke

La expedición que partió de la población hondureña de San Pedro Sula, el 12 de octubre de 2018, con aproximadamente 500 personas, hoy alcanza, aproximadamente los 7 mil migrantes que se dirigen a los Estados Unidos. Ellos se mantienen unidos para protegerse y alcanzar su meta.

La caravana se inscribe en la era de la posverdad. Las redes sociales y el WhatsApp han sido un factor clave para el devenir de la multitud. Son una herramienta de comunicación fundamental. Las personas se han contactado para hacer realidad el sueño de conseguir mejores condiciones de vida para ellos y para sus familias.

Estamos ante un nuevo estilo de migración. Por lo regular, la gente que migraba lo hacía de manera oculta y en pequeños grupos. Hoy, lo que domina esta marcha es la visibilidad y la comunidad.

Por otra parte, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, el  6 de noviembre -en dos semanas-, enfrentará las elecciones legislativas convertidas en plebiscito sobre su presidencia. La caravana, le viene como anillo al dedo, para atraer la actividad mediática hacia su gobierno.

Donald Trump utiliza  la política del miedo para afirmar su fuerza política. Dibuja una imagen del migrante en términos del criminal, el enemigo, el otro, el diferente, el paria. Al hacer estas declaraciones, el presidente Trump, maneja la posverdad al afirmar ideas o conceptos sobre hechos que quizá no tengan forma de comprobarse, pero que con base en las emociones y la subjetividad, cobran carácter de verdad.

“Mucha de esta gente, un gran porcentaje de ellos, son criminales y quieren entrar a nuestro país. No va a pasar mientras yo esté aquí (…) Si eso no funciona vamos a llamar a los militares, no a la guardia, y vamos a hacer que los militares vayan a la frontera. No van a entrar a este país, pueden regresarse porque a este país no van a entrar”, dijo el mandatario.( http://www.ntn24.com/america-latina/el-informativo-ntn24/eeuu/pueden-regresarse-porque-este-pais-no-van-entrar-trump)

A manera de reflexión sobre estos hechos, Zygmunt Bauman en su libro Vidas desperdiciadas. La modernidad y sus parias. (Paidós, 2005), aborda una de las paradojas más inquietantes de la modernidad para pensar el problema de las migraciones.

El sociólogo afirma que toda cultura produce “residuos humanos” o “poblaciones superfluas” que componen la masa de inmigrantes, refugiados y demás parias. Años atrás, estas poblaciones eran reabsorbidas en otros lugares. Sin embargo, en las actuales condiciones de la modernidad y la globalización, el reciclaje de estas poblaciones es uno de los mayores problemas de las sociedades contemporáneas. Bauman afirma que es necesario buscar “soluciones locales a problemas producidos globalmente.”

Según Bauman, “las poblaciones superfluas” se encuentran en estrecha conexión con la obsesión por la seguridad y el temor constante a un ataque terrorista. El miedo dirigido al inmigrante o el refugiado se convierte entonces en un elemento útil para legitimar la autoridad debilitada en los Estados contemporáneos.

Por otra parte, la construcción imaginaria de un sujeto marginal tiene el beneficio secundario de legitimar el poder que se erige como “el salvador” para proteger a la población de todos los peligros y amenazas que supuestamente se ciernen sobre las sociedades modernas.

De tal forma, que Zygmunt Bauman, en este libro, nos aporta un análisis brillante para pensar, desde otro ángulo, la caravana, en la era de la posverdad.

  • Doctora en Filosofía Política
  • Maestra en Periodismo Político.
Arriba