En 2017, Jessica Santtos fue elegida Miss América Latina, el primer paso hacia una exitosa carrera en el mundo de la moda, el modelaje, el cine o la televisión, lo que esta belleza quisiera. Sin embargo, al poner sobre la mesa las propuestas pesó más su amor de madre y decidió dedicarse a su pequeña.

Las ofertas de trabajo llegaban por montones, pero Jessica se vio en la necesidad de renunciar a su carrera cuando estaba viviendo el éxito. Para ella lo primero y más importante es su hija. «Entre el éxito y mi hija, escogí a mi hija».

Linda, típicamente brasileña y un poco distante de los estándares exigidos para una modelo, Jessica era la promesa de las pasarelas y soñaba conquistar lugares altos. La morena optó por dedicar todo su tiempo al cuidado de su hija, María Eduarda (2 años), pero la belleza aún se ve desfilando en las pasarelas europeas.

«Estaba en mi mejor momento, acababa de recibir la banda cuando elegí a mi hija. Yo no quería ser de aquellas madres que dejan a los hijos con la niñera y se quedan viajando por el mundo, vuelven una vez u otra a casa y perdieron el primer paso, el nacimiento del primer dentito, la primera palabra hablada. Yo quise quedar embarazada, esa responsabilidad es mía, aunque cueste lo que costó, mi carrera. Ser madre mi mejor papel. Hoy hago un desfile u otro, cuando quiero o cuando la invitación es muy buena», reveló.

Con residencia fija en México, país en que una vez u otra es vista desfilando en alguna pasarela, la brasileña acepta propuestas para participar en pasarelas, «solo si son buenas y no interfieren con el tiempo que le dedico a mi hija».