México

Un día muy largo para el nuevo Presidente de México

Empeño mi honor y mi palabra gobernaré con entrega total a la causa pública

Fue un día muy largo, como el mensaje que dirigió luego de rendir protesta como el nuevo Presidente de México, en el que aseguró que no buscará la reelección, que va a gobernar para todos, que a partir de hoy encabezará una transformación profunda y radical, y en el que empeñó su honor y su palabra de que gobernará con entrega total a la causa pública.

Este 1 de diciembre de 2018, después de una campaña de más de 18 años, Andrés Manuel López Obrador, rindió protesta como Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos en el Congreso de la Unión.

Luego de recibir la banda presidencial de manos del presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo, López Obrador aseguró que su gobierno representará a ricos y pobres, creyentes y librepensadores.

“Vamos a gobernar para todos, pero vamos a dar preferencia a los vulnerables y los desposeídos. Por el bien de todos, primero los pobres”, expresó.

Por mandato del pueblo, dijo, iniciamos la Cuarta Transformación de la vida pública de México y un cambio en el régimen político. “A partir de ahora se llevará a cabo una transformación profunda y radical porque se acabará con la corrupción y la impunidad; se acabará con lo que impide el renacimiento de México”, subrayó el titular del Ejecutivo.

El presidente se comprometió con los mexicanos a rendir las mejores cuentas a los mexicanos y a acabar con la corrupción para lograr un México de paz y justicia.

“Llegué a la presidencia después de muchos años de lucha personal y colectiva (…) llegamos después de muchos años sin dejar la dignidad en el camino, manteniendo en alto nuestros ideales, nuestros principios. Mi honestidad es lo que estimo más importante en mi vida. Estoy preparado para no fallarle al pueblo”, apuntó.

“Empeño mi honor y mi palabra. Gobernaré con entrega total a la causa pública”, agregó.

Luego de hora y media de mensaje, López Obrador agradeció la presencia de invitados extranjeros, en las que incluyó al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, que no estuvo presente en San Lázaro, pero si asistió a la comida que se les ofreció posteriormente en Palacio Nacional.

Al concluir la ceremonia de investidura, el Presidente emprendió el camino hacia Palacio Nacional donde se reunió con sus invitado a quienes ofreció una comida y, posteriormente, salió al Zócalo donde lo esperaba una multitud. Ahí recibió el bastón de mando y, tanto él como su esposa, Beatriz Gutiérrez, protagonizaron una ceremonia en la que un chaman les realizó una «limpia».

Luego dirigió un mensaje a la concurrencia, en el que les reiteró sus promesas de campaña y se dejó querer por sus simpatizantes.

Caía la noche y el nuevo Presidente de México continuaba conviviendo con el pueblo que votó por él, que le apoya y que cree que sí cumplirá con todo lo que les viene prometiendo desde hace más de 20 años.

Foto: Especial

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