Columnas

Graciela Iturbide, Cuando habla la luz

 

*Por Zakie Smeke

Si hoy es uno de esos días en los que en las noticias, en las redes sociales y las personas con quienes te encuentres, todos ellos platican sobre el tema de la semana: el huachicoleo y las largas filas en las gasolineras; pero justo ese día tú te despertaste pensando en la famosa frase de Nietzsche: Convierte tu vida en una obra de arte.

Entonces, te recomiendo que te  organices  para asistir a la maravillosa exposición de la fotógrafa mexicana, con reconocimiento internacional, Graciela Iturbide que presenta el Banco Nacional de México-Citibanamex, a través del Fomento Cultural Banamex, A.C., en la Ciudad de México a partir del 23 de noviembre de 2018 hasta abril de 2019.

Graciela Iturbide: Cuando habla la luz, plantea una revisión de los trabajos y temas más importantes de la máxima exponente de la fotografía en México. La muestra reúne 270 fotografías que abarcan casi cinco décadas de trabajo de  la artista, desde finales de los años sesenta hasta la actualidad.

Bajo la curaduría de Juan Rafael Coronel Rivera, la exposición incluye principalmente fotografías en formato de 16×20”, impresas en plata sobre gelatina, la técnica más empleada por la creadora.

La exposición hace un recorrido por el quehacer de Iturbide, desde 1972 hasta 2017. La muestra no tiene un carácter retrospectivo sino que destaca la idea de presentar los temas que más han interesado a la fotógrafa a lo largo de su trayectoria.

El público puede recorrer las inquietudes estéticas de la artista desde sus obras de corte retratístico hasta llegar a una serie de imágenes en que la creadora centra su interés por la geometría estructural de las cosas que aborda. El centro de la exhibición se integra por un apartado de las obras que le han valido fama mundial. La muestra cierra con un tópico que la distingue y ha logrado posicionar como propio: las aves.

Graciela Iturbide se hizo acreedora en 2008 al Premio Internacional de la Fundación Hasselbald, considerado el más importante en el ramo de la fotografía. El otro mexicano que lo ha obtenido es Manuel Álvarez Bravo en 1984.

Su período de formación inició en 1969, cuando ingresa en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos de la Universidad Nacional Autónoma de México, (UNAM), con la intención de estudiar cine. Allí tiene lugar su encuentro fundamental con Manuel Álvarez Bravo, maestro de la fotografía mexicana.

Mi recomendación es que conforme vayas recorriendo la exposición, mantengas en tu mente la frase de Nietzsche, quien afirmó: “que el arte es un mago que cura y salva” y continúes disfrutando de toda la riqueza que esta exposición te ofrece en términos de luz, sombras, narrativas, temas y técnica.

Déjate llevar por Primer día de verano, 1982; La vendedora de zacate, 1974; Cuatro pescaditos, 1986; Saguaro (detalle), 1979; Pescaditos de Oaxaca, 1992,  entre muchas otras hermosas obras fotográficas.

Recuerda que en Nietzsche encontramos una justificación de la vida como obra de arte cuyo artista es el ser humano.

El artista de la vida no busca hacer o producir algo, sino más bien, transformar su propia vida a través de su intuición y sensibilidad.

Intenta entonces, desarrollar la apertura hacia la creatividad, el juego, el arte y la danza, crear nuevos espacios además de los cotidianos para explorar otras posibilidades. Conviene darle a la vida un rostro diferente.

Si de plano no logras llegar a la exposición porque es necesario ahorrar gasolina, pues te tengo buenas noticias: hay varias entrevistas de la reconocida fotógrafa en youtube, como esta  realizada por Canal Once, entre otras.

https://www.youtube.com/watch?v=Xl4QOhAT6xw

  • Doctora en Filosofía Política
  • Maestra en Periodismo Político
  • Psicoanalista

 

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