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No llega la Cuarta Transformación a los más pobres; hasta funcionarios de Morena los ignoran

Le informamos y pedimos apoyo al Presidente Municipal de Tlapa Dionicio Pichardo Merced quien nos ignoró a pesar de ser de Morena

TLAPA DE COMONFORT, Gro.- La cuarta transformación no llega para los más pobres, como se les había prometido, y hasta funcionarios de Morena los ignoran cuando les habían prometido, a cambio de su voto, que los primeros favorecidos serían ellos, los más desprotegidos.

Y lo anterior queda de manifiesto en más de 200 mujeres y hombres, entre ellos más de 45 niños y niñas, de los municipios de Cochoapa el Grande y Metlatonoc que tuvieron que abandonar sus humildes hogares e instalarse en un terreno baldío en la colonia Las Mesas, en Tlapa, de donde ahora los quieren echar. Los desplazados le informaron y pidieron el apoyo del presidente municipal de Tlapa, Dionicio Pichardo Merced, «quien nos ignoró a pesar de ser de Morena».

De acuerdo a información de Tlachinollan Centro de Derechos Humanos de la Montaña, desde el 20 de noviembre del año 2018 familias indígenas en el olvido llegaron a Tlapa, después de dejar sus tierras sin alternativa de supervivencia. “Nuestros cultivos no se dieron, las tierras que sembramos no producen, nuestras viviendas están en condiciones indignas. Nuestros hijos mueren de vómito y diarrea por falta de atención médica, y nuestros hijos e hijas no van a la escuela por falta de maestros», dijo Nieve Mendoza Lorenzo integrante del comité de desplazados.

Los indígenas Na Savi de Cochoapa el Grande y Metlatonoc dijeron que no buscan otros fines mas que no morir de hambre y en el abandono. «Aunque indígenas y pobres nuestras necesidades nos obliga a organizarnos para sobrevivir».

Tlachinollan narró que, el pasado 20 de noviembre las familias desplazadas llegaron a la colonia Las Mesas, en el municipio de Tlapa. Sin embargo, Constancio Sánchez Campos, abogado y apoderado legal del terreno donde se asentaron las familias desplazadas llegó con dos máquinas retroexcavadoras y un volteo para el desalojo violento de estas humildes familias.

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Llegaron 12 personas tapados del rostro y machete en mano destrozando todo a su paso, mientras tanto las máquinas enterraban sus chozas improvisadas y golpeando a hombres y mujeres, de hecho la señora Florentina Vázquez Martínez, madre soltera, originaria de San Miguel Amoltepec el Nuevo, fue golpeada hasta desmayarla, sus propios compañeros la llevaron al Hospital Regional de Tlapa donde la restablecieron, dijo el Centro.

Indicó que al lugar donde se asentaron los desplazados, llegaron ocho elementos de la policía preventiva municipal en la patrulla 03, pero sólo estuvieron como testigos, la gente comenta que los mismos policías municipales apoyaron las acciones realizadas por el apoderado legal Constancio Sánchez y las personas encargadas del desalojo violento. Más tarde, como a las 12 del día llegaron los policías estatales a escuchar a la gente y a pedirles que desalojaran el terreno, una vez que platicaron con Constancio Sánchez, responsable del desalojo y después de un par de horas se retiraron.

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A la una de la tarde, cuando aún estaban los policías estatales, reanudaron los trabajos del desalojo con las máquinas arrasando con lo poco que quedó, para hacer una limpia de los lugares que tenían las familias desplazadas. Los perpetradores del desalojo quemaron los colchones que habían conseguido para dormir, sus cobijas, el poco frijol y maíz que guardaban para comer, todas sus pertenencias quedaron enterradas.

El Centro Tlachinollan comentó que, en el año 2013, las comunidades indígenas fueron duramente golpeadas por las tormentas Ingrid y Manuel lo que empeoró la situación de pobreza y no recibieron ningún apoyo del Gobierno. Doña Nieve Mendoza afirmó que desde esas fechas han intentado buscar como vivir en una casa, incluso se han ido a trabajar en los campos agrícolas de Sinaloa, pero no se han podido recuperar, “ahora necesitamos donde vivir porque cada día empeora nuestra situación”.

Los desplazados por la pobreza, por los desastres naturales, así como el olvido de las autoridades dejan inermes a las familias indígenas: los damnificados de siempre. A pesar que “varios Presidentes de la República nos han visitado y se han tomado la foto con nosotros, solo nos han utilizado políticamente porque seguimos siendo los pobres entre los pobres, aseveró Francisca Vázquez Maldonado, integrante del comité de desplazados.

“Esta situación de pobreza nos ha orillado a emigrar en masa. Por ello abandonamos nuestras casas destruidas por las tormentas Ingrid y Manuel. Desde nuestra llegada a Tlapa le informamos y pedimos apoyo al presidente municipal, Dionicio Pichardo Merced, quien nos ignoró a pesar de ser de Morena. Ninguna autoridad se ha dignado en visitarnos y escucharnos, solo el Ministerio Público, la policía preventiva, estatal y los ministeriales pero sólo han llegado para intimidarnos e integrar carpetas de investigación para llevarnos a la cárcel”, aseguró Aurelia López Vázquez.

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El Centro demanda que, ante un desalojo forzoso y violento como ocurrió con los desplazados de Cochoapa el Grande y Metlatonoc, es necesario cumplir directrices que establecen los tratados internacionales, siendo necesario notificar previamente a las personas y darles un plazo razonable para que ellos puedan generar condiciones y poder salir con la presencia de autoridades del gobierno.

Ante lo expuesto exigimos a las autoridades: Cese el hostigamiento a los desplazados de Cochoapa el Grande y Metlatonoc. Urge que la autoridad municipal de Tlapa de Comonfort garantice la integridad física y la vida de las personas desplazadas de Cochoapa el Grande y Metlatonoc ante una inminente represalia de actores no estatales. Urge la intervención inmediata de las autoridades de los tres niveles de gobierno para generar condiciones y se busquen alternativas que garanticen la compra de un terreno para reubicar a los desplazados por las condiciones de pobreza. Que las autoridades municipales, estatales y federales garanticen el respeto pleno de los derechos humanos de las familias de Cochoapa el Grande y Metlatonoc.

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