Salud y nutrición

Necesario que pediatras se involucren con temas de anticoncepción

Nuestro objetivo va a ser favorecer la autoestima y las habilidades para la vida con un proyecto de vida y metas personales

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) México ocupa el primer lugar en embarazo adolescente, por lo que es aconsejable que los pediatras rompan los paradigmas y el miedo a ser juzgados por la sociedad o las familias y empiecen a hablar de sexualidad a los jóvenes.

Al respecto, la doctora Juana Serret Montoya, pediatra del Hospital Infantil de México, advirtió que los pediatras deben de estar involucrados con los cambios puberales de los jóvenes, “tradicionalmente se ha considerado que la educación sexual tiene que darse solamente cuando ya empiezan con cambios puberales, antes de eso la sexualidad es un mito”.

De acuerdo con la doctora, en México hay un 20 por ciento de adolescentes y por cada mil de ellos hay un embarazo, y aunque estos pueden darse por falta de educación o descuido, también hay casos en que los embarazos son vistos como una vía de escape de una mala situación familiar.

Para que los pediatras realmente puedan generar conciencia e implementar medidas de prevención, es importante que tomen en cuenta no solo los factores clínicos, sino el contexto social y cultural en el que se desarrollan sus pacientes.

“Nuestro abordaje como pediatras es siempre involucrar a la familia, entonces tenemos que ver esta parte social, ubicarnos en qué contexto está: urbano o rural; cuál es la cultura en la que se está desarrollando nuestro paciente, el medio socioeconómico, qué programa de educación tiene”, dijo la doctora.

Por otro lado, es importante que los médicos establezcan una relación de confianza con su paciente y que corroboren el diagnóstico con estudios clínicos ya que, como bien explicó la doctora, “aunque el adolescente diga que no ha tenido relaciones sexuales, nosotros tenemos que investigar (…) la mayoría de las adolescentes ocultan su embarazo (…). -Nosotros no le vamos a hacer el control pero sí el diagnóstico y lo más importante es establecer este vínculo con la adolescente antes de sensibilizarla”.

Perder el miedo a abordar el tema es crucial y no solo con un enfoque hacia las mujeres, sino también involucrando a los hombres porque el embarazo adolescente no solo tiene consecuencias sociales como la deserción escolar, el rechazo de la madre y el niño, pobreza o bebés poco estimulados, sino clínicas, como el retraso en el crecimiento intrauterino, hipertensión, problemas de bajo peso y parto o cesárea complicado por falta de control prenatal.

Al final, la doctora concluyó que el embarazo adolescente es “un problema de salud pública con un enfoque social. (…) Nuestro objetivo va a ser favorecer la autoestima y las habilidades para la vida, con un proyecto de vida y metas personales”.

Foto: Sentido de mujer

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