Contará con una capacidad para recibir a 110 personas está contemplado establecer espacios diferenciados para niños niñas y adolescentes población LGBTI hombres y mujeres
MONTERREY, NL.- Con el objetivo de que personas refugiadas, solicitantes de asilo y migrantes que se encuentran en esta entidad, tengan un lugar donde se les brinde protección y alojamiento, la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), en cooperación con el municipio de Santa Catarina, en el estado de Nuevo León; la Arquidiócesis de Monterrey y la Casa Monarca, construyen un albergue.
Para este proyecto, ACNUR ha destinado 9 millones de pesos y Casa Monarca 4 millones, a partir de donaciones privadas. Se busca que en este espacio, las personas reciban hospedaje y alimentación, pero también servicios de asesoría legal y ayuda psicosocial. El proyecto contempla la construcción de espacios exclusivos de recreación para niños y niñas, así como un gimnasio al aire libre. Se tiene previsto que la construcción del albergue tome alrededor de entre 8 y 9 meses.
“Los albergues de la sociedad civil son actores muy importantes en el apoyo a esta población tan vulnerable, porque no solamente brindan un techo y alimentación a las personas, sino un apoyo integral: acompañamiento en los procesos migratorios, asistencia psicosocial, asesoría jurídica y apoyo para la integración”, dijo Mark Manly, representante de ACNUR en México.
“Realmente son la columna vertebral de la respuesta humanitaria en el país”, afirmó.
De esta forma, en coordinación con Casa Monarca y el gobierno local, se fortalece el sistema de infraestructura, recepción y alojamiento en el municipio de Santa Catarina.
El albergue de Casa Monarca contará con una capacidad para recibir a 110 personas. Está contemplado establecer espacios diferenciados para niños, niñas y adolescentes (NNA), población LGBTI, hombres y mujeres.
El director de Casa Monarca, Padre Luis Eduardo Zavala, refirió que “Para nosotros, y todos los que trabajamos en Casa Monarca, representa un punto de inflexión muy significativo el que todos como equipo ahora podamos ver plasmada esta obra que hoy comienza”.
«Todos somos una pieza fundamental del engranaje de una política de compasión, de una política que lleve consigo el bienestar social», añadió.
En los últimos años se ha visto un incremento de más de mil por ciento en las solicitudes de la condición de refugiado en México. Tan sólo de 2014 a 2018 el número de personas con necesidad de protección internacional pasó de 2 mil 136 a 29 mil 600 personas. Este acelerado incremento requiere una respuesta conjunta, pronta y oportuna.
Si bien la mayoría de solicitudes de la condición de refugiado en México se reciben en el sur del país, Monterrey se encuentra dentro de los primeros 10 municipios y ciudades receptoras de solicitudes de asilo. A septiembre de 2018, 201 mujeres y 160 hombres solicitaron la condición de refugiado en esta ciudad. Igualmente, es una de las cuatro ciudades que registraron más solicitudes de mujeres que de hombres. Por este motivo es de mayor relevancia contar con espacios que atiendan necesidades específicas oportunamente.
El albergue será optimizado a través del uso de tecnologías que permitirán mayor eficiencia energética y captación de aguas pluviales, además de que se adaptará un huerto urbano, paneles de luz solar e iluminación led para reducir gastos energéticos.
Al respecto, el alcalde del municipio de Santa Catarina, Héctor Castillo, mencionó que “tenemos que ver que esta población son seres humanos, son personas que necesitan ayuda. Ante esto, el ser humano no puede ser indiferente ni apático”.
Agregó que se trata de “una situación en la que debemos trabajar. Si bien la iglesia lo hace desde una pastoral del migrante, en el gobierno también vemos como un principio el trabajar de la mano”.
Monterrey es un lugar clave en la ruta migratoria, porque cuenta con un alto dinamismo económico que facilita las condiciones apropiadas para la integración social y económica de las personas refugiadas, solicitantes de asilo y migrantes. Es de vital importancia contar con espacios que puedan atender de forma adecuada las primeras necesidades de las personas que así lo requieren.
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