Columnas

La humanidad sólo tiene 11 años para frenar el calentamiento global

Por Dr. Alfredo Sandoval Villalbazo*

La humanidad se encuentra en presencia de una cuenta regresiva que, en la práctica, está ignorando. Contamos con sólo 11 años para que las emisiones humanas de gases de efecto invernadero desciendan en un 50%, o la temperatura global del planeta aumentará a niveles que afectarán gravemente a la civilización durante la segunda mitad del siglo XXI.

A pesar de que este riesgo ha sido establecido con base en evidencia científica rigurosa y ha sido difundido claramente por la Organización de las Naciones Unidas, las emisiones siguen aumentando y alcanzarán niveles récord durante 2019.

El 25 de enero del presente año, la oficina meteorológica británica Met Office hizo pública su proyección de concentraciones de dióxido de carbono y ha mostrado que la falta de acciones a nivel mundial conducirá a máximos históricos de este gas durante mayo.

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Las proyecciones están basadas en mediciones directas realizadas por la Universidad de California en San Diego, en el observatorio situado en el volcán Mauna Loa, en Hawai. La curva muestra una clara tendencia ascendente e incluye oscilaciones naturales debido a los cambios de estacionales de la Tierra.

Una de las principales razones por las cuales existe una alarmante pasividad en el problema del cambio climático es la falta de experiencias prácticas en los ambientes escolares. La ausencia de este tipo de experiencias favorece que diversas posturas que niegan la existencia del problema incidan sobre las poblaciones de varios países, pero dichas posturas pueden ser superadas a partir de realización de experimentos simples. Un ejemplo de ello puede encontrarse en el fenómeno del calentamiento de los polos, el cual a su vez ha llevado al derretimiento del hielo presente en el Ártico.

Un experimento casero ilustra cómo el derretimiento de hielo presente en un vaso con agua acelera el calentamiento de la misma cuando ésta se encuentra bajo la acción de la luz solar. Mientras el hielo esté presente, éste reflejará una proporción significativa de la radiación, inhibiendo el calentamiento del agua. Este efecto de espejo desaparece si el vaso sólo contiene agua líquida.

Si bien este fenómeno físico es aparentemente trivial, en el contexto del cambio climático ha adquirido dimensiones gigantescas. Actualmente, el ritmo del calentamiento del Ártico es tres veces superior al del resto del mundo y amenaza con generar un efecto dominó sobre la ecología del planeta.

Al igual que en el caso del calentamiento del Ártico, la realización de prácticas escolares relacionadas con el efecto invernadero y sobre los efectos climáticos de los cambios de temperatura en diversos ambientes permite trascender a posturas políticas y/o intereses económicos. Este tipo de experiencias puede y debe realizarse desde la infancia, pues garantizará una cultura climática en las próximas generaciones

*Académico del Departamento de Física y Matemáticas de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México e Investigador Nacional Nivel II (SNI).

Foto: IBERO

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