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Prometieron apoyar a los más pobres, pero a Mariela Gutiérrez, alcaldesa de Tecámac ya se le olvidó

Enviado de la soberbia funcionaria morenista que por cierto conduce una camioneta Wrangler Mountain de más de 800 mil pesos advirtió al hombre que van a regular su actividad

Prometieron y prometieron velar por los que menos tienen a cambio de su voto, y al llegar al cargo olvidaron lo prometido. Este es el caso de Mariela Gutiérrez Escalante, alcaldesa electa de Tecámac, quien se autodefine como una auténtica andreslópezobradorista, y quien ahora quiere que los recolectores de pet, cartón y aluminio, tramiten un permiso para realizar su actividad.

La originaria del pueblo de Ozumbilla, Estado de México y militante del partido MORENA, prometió en campaña por el cargo de alcaldesa, trabajar para los pobres, luchar porque sus condiciones mejoraran, pero solo era propaganda política pues ahora que ya obtuvo lo que buscaba, es a los pobres a quienes trata con desprecio y lo que menos le interesa es ayudarlos.

Así quedó de manifiesto luego de que un hombre que se dedica a la recolección de pet, cartón y aluminio, para venderlos y con ello sostener a su familia, perdió su precario patrimonio en un incendio y al pedir ayuda a la alcaldesa de Tecámac, se le exigió un permiso para desarrollar su actividad y como no lo tiene porque en ningún municipio o estado de la República se exige eso, se le negó la ayuda para reconstruir su humilde vivienda.

Un enviado de la soberbia funcionaria morenista, que por cierto conduce una camioneta Wrangler Mountain de más de 800 mil pesos, le dijo al afectado que necesita un permiso para almacenar y vender los reciclables, y como el humilde hombre le dice que solo tenía una bolsa con 10 kilos de pet, el empleado municipal le advierte, sobrado de despotismo, que «se van a regular».

 

Es así como los nuevos funcionarios de MORENA en cargos públicos tratan a quienes durante años les estuvieron llenando la cabeza en contra de sus oponentes, prometiéndoles que con ellos las cosas serían diferentes y que los que menos tienen eran su prioridad, mientras obtenían el voto, después los tratan con la punta del pie.

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