Columnas

Fernando Pessoa: La heteronomía

 

*Por Zakie Smeke

¡A la escucha!

La puesta en escena de dos obras teatrales (marzo, 2019) en la CDMX, acercan a este espacio la figura del poeta Fernando António Nogueira Pessoa (Lisboa, 13 de junio de 1888-30 de noviembre de 1935). Pessoa del latín persona: máscara, teatralidad. La obra consta de más de quinientos fragmentos de diario, aforismos y divagaciones sobre cuestiones cotidianas y filosóficas que redactó entre los años 1913 y 1935.

Fernando Pessoa fue uno de los mayores poetas de la literatura universal y de la lengua portuguesa. Su obra fue escrita de forma ortónima, es decir, firmada con su propio nombre, y con los heterónimos creados por el escritor, alrededor de setenta y dos. Los heterónimos consisten en crear una  identidad literaria ficticia con personalidad y vida propia, un otro diferente del autor, crítico, racional o emocional. Una  de las razones para crear un heterónomo es la soledad y la angustia frente a la vida, el imaginario literario de Pessoa es rico en estas creaciones. Su escritura heteronímica, fragmentada y, el despliegue en sus heterónomos se aleja de la noción de un Yo fuerte, íntegro sin fracturas. Por ejemplo, en su poema Autopsicografía, el poeta transfiere el dolor y la soledad a otro personaje: “El poeta es un fingidor, finge tan completamente, que hasta finge que es dolor, el dolor que en verdad siente”.

 Los más importantes heterónimos creados por Pessoa son Alberto Caeiro, su maestro; Álvaro de Campos, cree en las sensaciones; Ricardo Reis privilegia la forma;  Fernando Pessoa construye los símbolos. Su primer heterónimo fue creado en la infancia un tal “Chevalier de Pas”, será el inicio de la constitución subjetiva heteronímica que lo acompañará toda su vida.

El Libro del desasosiego (Seix Barral, 1987)  escrito por Fernando Pessoa bajo el heterónimo de Bernardo Soares, es ante todo una obra ortónima y es  la obra en prosa más importante del poeta portugués.

¿Cómo explicarnos la heteronomía de Pessoa? Intentar una respuesta psicológica, como él mismo interesado señaló; “probablemente soy un histérico, neurasténico” sería una salida bastante limitada.

El surgimiento de la poesía heteronímica fue reconocida por  Pessoa como un triunfo. Logró disponer para su poesía de “posiciones enunciativas diferentes entre sí, de tal manera que le fue posible fijar “en moldes de realidad” estas voces, es decir darles cuerpo después de nombrar a los poetas y finalmente articular una teoría poética a partir de la experiencia de despersonalización”. (Adriana Isla/Hans Sattele, “Fernando Pessoa, la escritura heteronímica” en Anamorfosis, Revista de Psicoanálisis).

 Ahora bien, ¿cuál es el triunfo que consiguió Pessoa con sus heterónomos? La fórmula del triunfo es mencionada por él mismo: “Encontrarse a sí mismo siendo otro, en el otro”; “me encontré componiendo un soneto.”

Paradójicamente, con la creación de estas formas enunciativas Pessoa se reconstruye con estos desdoblamientos. Hay una recuperación del Yo, un anudamiento entre las diversas voces enunciativas en las que el poeta se desdobla. No en una negación del “yo soy” al modo paranoico sino más bien es una contracción del estado de ánimo para dar lugar a la creación de  otra cosa, a lo opuesto de lo vivido en  la experiencia del momento.

Por otra parte, Octavio Paz en el prólogo de Fernando Pessoa, Antología (Laia, 1984) afirma: “Olvidar que Caerio, Reis y Campos son creaciones poéticas, es olvidar demasiado. La autenticidad de los heterónimos depende de su coherencia poética, de su verosimilitud. Fueron creaciones necesarias porque de otra manera Pessoa no hubiera consagrado su vida a vivirlos y crearlos. ¿Escribimos para ser lo que somos o para ser aquello que no somos? Y, si tenemos la suerte de encontrarnos ¾ señal de creación ¾ descubriremos que somos un desconocido. Siempre el otro, siempre él inseparable, ajeno, con tu cara y la mía, tú siempre conmigo y siempre solo”.

Según Paz, “la obra de Pessoa es una búsqueda de la identidad perdida. Para él la poesía es una revelación de la realidad. La búsqueda del yo ¾ perdido, encontrado y vuelto a perder ¾ termina en un “existir por no morir.”

Paz concluye diciendo: “Sólo desde esta perspectiva puede percibirse la significación cabal de los heterónimos. Son una invención literaria y una necesidad psicológica, pero además, son algo más.”

Cultura….“Ejercicios fantástico del yo es una comedia jocosa sobre el Yo. Fernando Pessoa se preguntó si su Yo tenía alguna sustancia real. No, se dijo, es puro bla bla bla, una historia que me cuento Yo a mi mismo sobre quién soy Yo. Así que Pessoa decidió que no tenía por qué conformarse con ser un solo Yo. Podía ser tres Yos.” https://www.mexicoescultura.com/actividad/210457/ejercicios-fantasticos-del-yo.html

“El Tríptico I, Pessoa, la hora del diablo Basada en el texto homónimo de Fernando Pessoa, La Hora del Diablo se trata de una puesta en escena que cuenta un breve relato, sutil y fascinante. Un diálogo entre Satán, un místico que quiere creer (pero descree por principio), y el espectador. La conversación  es un peregrinaje que nos lleva del misterio al conocimiento, en busca de una verdad tal vez inalcanzable. En escena Él comparte con la actriz sus memorias, en un espacio que evoca el arriba y el abajo y que permite al espectador ser cómplice con su propia imaginación.”

https://vimeo.com/123915861

  • Doctora en Filosofía Política
  • Maestra en Periodismo Político
  • Psicoanalista
Arriba