Columnas

El Retorno del Nacionalismo

*Por Zakie Smeke

¡A la escucha!

La revista Foreing Affairs (marzo-abril 2019) dedica el volumen 98 al Nuevo Nacionalismo  (The New Nationalism ). Uno de los artículos que forman parte de la importante revista, que en esta ocasión toma nota de la presencia del nacionalismo en el momento actual, es el de Jill Lepore “Un Nuevo Americanismo” “¿Por qué una Nación necesita una historia nacional?”

Destaca la fotografía  que acompaña al artículo “Orgullosa de ser americana” (Proud to be an american: at a Trump rally in Missoula, Montana, October 2018) que es una narración (storytelling) del nacionalismo estadounidense.

Lepor relata que Carl Degler (Premio Pulitzer en Historia, 1972 por el libro Ni blanco ni negro) al recibir el galardón en lugar de fumar la pipa de la paz y brindar con whisky, culpó a sus colegas del abandono del estudio sobre la nación  y proclamó una advertencia a sus colegas historiadores.

“Si nosotros los historiadores fallamos en aportar una definición histórica de nación, otros menos críticos y menos informados que nosotros harán nuestro trabajo” (Foreing Affairs, p. 10).

Por otra parte, Isaiah Berlín, (1905-1997) politólogo e historiador de las ideas, uno de los principales pensadores liberales del siglo XX, publicó el texto clásico: “Nacionalismo: pasado olvidado y poder presente” (1978).

Berlín afirma que las grandes ideas que se discutían, al momento de la publicación de su texto, giraban en torno a los grandes problemas sociales y políticos: el socialismo, la democracia liberal, los derechos humanos, el legado de la Revolución Francesa, y especialmente al papel del Iluminismo.

Para Berlín, estos temas capturaban la atención de los pensadores y como consecuencia se dejaba de lado la discusión sobre la nación y el nacionalismo. No obstante, el filósofo afirma que la fuerza del nacionalismo era evidente no solo durante los años que transcurrían cuando él escribió este artículo, sino que las grandes tragedias de la humanidad, como la Primera Guerra Mundial,  tuvieron como motor al nacionalismo.

Lepore apunta que para Degler: “El nacionalismo en la primera mitad del siglo XX se transformó en un monstruo.” Pero en la segunda mitad del siglo XX, “el nacionalismo tropezaba, era un espectro horrible. De tal forma que los historiadores parecieron creer que si lo dejaban de estudiar, moriría rápido, hambriento, rechazado y abandonado”.

Cierto, que hacia el  final de la Segunda Guerra Mundial, el nacionalismo padeció de un período de represión dado que los poderes triunfantes lo responsabilizaron de las aberraciones causadas en la Primera Guerra Mundial, en la Segunda Guerra Mundial y con el  Holocausto.

La escritora indica que el ensayo que proporciona una captura de ese momento y que contó con la mayor credibilidad fue “El Fin de la Historia” (1992) de Francis Fukuyama. En ese ensayo Fukuyama pronuncia la muerte del nazismo, del fascismo y del comunismo. Mientras que el nacionalismo, señala Lepor, había sido dominado en Occidente. En consecuencia, la ideología dominante de finales del siglo XX es la “veridicción del mercado” (en términos de Michel Foucault), en el marco de una democracia  liberal que perfila el neoliberalismo.

Pero no olvidemos que según Freud, lo reprimido permanece latente y en algún momento retorna de manera desfigurada y desdibujada. Aún en los momentos en que se pensaba que el nacionalismo había desaparecido las señales nacionalistas agresivas continuaban presentes. Por ejemplo, pensemos en la desintegración de Yugoslavia por la pugna etno-nacionalista. El acontecimiento de Yugoslavia, entre otros, es un antecedente clave del nacionalismo actual.

Volviendo al artículo de Lepor, según Degler: “Cuando los historiadores abandonan el estudio de la nación, cuando los estudiosos dejan de intentar escribir una historia común para las personas, el nacionalismo no muere. En su lugar, devora al liberalismo” (p.11).

La articulista y autora del libro These Thruts: A History of de United States, estipula que: “Degler anunció a su audiencia hace tres décadas.Si los historiadores americanos no comienzan a preguntarse y responderse por esta suerte de cuestiones, otras personas lo harán.” ¿Quiénes? Los charlatanes, los demagogos y los tiranos.

Lepore, al estilo de Degler, concluye su artículo con una advertencia: “La historia de los Estados Unidos en el momento presente no busca responder ninguno de los cuestionamientos significativos. Y, si los historiadores americanos no empiezan a preguntar y a responder este tipo de cuestionamientos, otros lo harán. Cito: “Ellos nombrarán a los inmigrantes “animals”, y a otros estados “shithole countries.” Adoptarán el slogan “América primero”. Dirán que pueden “make America great again”. “Ellos se autonombrarán “nacionalistas”. Su historia será una ficción”. Ellos dirán que solo ellos aman a su país”. “Ellos estarán equivocados” (p.19).

Para concluir estas reflexiones, lanzamos una pregunta al aire dirigida a los intelectuales mexicanos, historiadores, entre ellos: ¿Cuál es el concepto de nación en México, bajo el contexto mundial actual del Retorno del Nacionalismo?

 

Cultura… Muere a los 90 años Agnés Varda, directora mítica de la Nouvelle Vague.

Pese a su edad avanzada, Varda habrá exhibido hasta el último día una energía desbordante. En febrero, la directora visitó el Festival de Berlín, donde recibió un premio honorífico y presentó el que será su testamento cinematográfico, Varda par Agnès, un documental en forma de masterclass humilde –la directora prefería llamarlas causeries, “charlas informales”–, en el que pasaba revista a sus películas y resolvía los equívocos sobre su obra. Varda sentaba cátedra sin levantar la voz, demostrando otras maneras de ser un autor o incluso un genio.

https://elpais.com/cultura/2019/03/29/actualidad/1553856699_702910.html

 

  • Doctora en Filosofía Política
  • Maestra en Periodismo Político
  • Psicoanalista

 

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