Las réplicas contienen plomo tolueno arsénico cianuro mercurio formol o incluso orina de rata
Comprar maquillaje en cualquier lugar puede afectar seriamente el cutis, ya que muchos que se expenden en el mercado informal están hechos con materiales que pueden provocar alergias, acné o infecciones, pues contienen plomo, tolueno, arsénico, cianuro, mercurio, formol o incluso orina de rata.
Las razones por las que muchas mujeres optan por adquirir maquillajes en el mercado informal son varias, como que son más económicos, más vistosos, ofrecen gran variedad, entre otras, pero ninguno garantiza que sean hipoalergénicos o que hayan pasado algún control de calidad.
De acuerdo a la Cámara Nacional de la Industria de Productos Cosméticos (CANIPEC), las razones más usuales por las que las usuarias de réplicas de maquillaje acuden con el dermatólogo, son por la aparición de dermatitis, manchas, descamación, ampollas e irritación en las partes de la piel en donde fue usado el producto.
Por ello, la CANIPEC y su programa de belleza y bienestar recomiendan que antes de comprar, se haga en el mercado formal ya que difícilmente encontrarán réplicas o maquillajes caducos.
Pero ¿A qué se refiere con mercado formal? El mercado formal puede ser una farmacia, tienda especializada, centro comercial o el catálogo oficial de alguna empresa especializada. Si compran en alguno de estos lugares, tendrán la certeza de que el producto tiene calidad que respalda la empresa. En cambio, si compran en tianguis o puestos ambulantes, los productos podrían estar rellenados con materiales de baja calidad o nocivos.
¿Cómo identificar si el maquillaje es bueno?
Algunas de las formas en las que se puede dar cuenta de la calidad del producto son:
Etiquetado: Siempre hay que asegurarse que el cosmético cuente con etiqueta y lea sus componentes y atributos.
Sellos de seguridad: Los productos originales cuentan con sellos de seguridad para evitar que sean manipulados por terceros, sin importar si es caro o barato o de marca reconocida.
Empresa que elaboró: en la etiqueta o en el empaque del producto, siempre debe decir quién es la empresa que pone este producto al alcance del consumidor, o bien, el laboratorio que prueba que todo esté bien para el consumidor.
Fecha de caducidad: Esto es muy importante y aunque es cierto que existen productos que por su naturaleza no tienen fecha de caducidad, como los perfumes o jabones, hay otros que por sus características si la requieren de forma visible. También existen productos que una vez abiertos, comienzan su ciclo de vida y esta información también debe venir especificada en la etiqueta.
Asesores de marca: Los asesores de marca que por lo general se encuentran en los centros comerciales, pueden ayudar a saber sobre los componentes del producto y sus beneficios. De igual forma en CANIPEC pueden dar asesoría por medio de las redes sociales o su correo electrónico bellezay [email protected]
Si hay oportunidad, pide a una demostradora que te ayude a probar el maquillaje, así se podrán convencer si el tono, la textura o algún otro atributo es adecuado.
Foto: CANIPEC
