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Papá de greña larga

Leona corazón de León, y garra de gato, hoy en esta misiva quiero que sepas que hay días como estos en los que me cuesta mucho hablar por la boca, pero mi mente jamás deja de conversar. Este día quiero que sepas que construir lleva muchos días, pláticas, amor, lealtad, y derruir puede ser cuestión de segundos, para ambas cosas debes estar preparada.

Los actos de la gente pueden llegar a confundirte, la vida puede tener respuestas no claras, pero a veces es necesario observar más, callar más y escuchar lo que no se oye, pero se ve. Durante años escuché y emití comentarios sobre mi papá, hoy sé que más vale lo que se hace que lo que se dice. Mi papá ha enfermado notoriamente, los últimos meses, quizá no solo el cuerpo, quizá ha enfermado más ese ánimo que en el pasado lo hacía cantar y bailar como el mismísimo Mick Jagger.

Papá colocaba un estéreo grande marca Panasonic, enorme, comparado con los aparatos que existen hoy en día, insertaba un micrófono y hacía sonar “Mother’s Little Helper” de The Rollling Stones, al tiempo que me levantaba de donde estuviera para bailotear y cantar con él, en ese momento no recuerdo bien dónde estaba mamá, yo tenía 6 años, pero la energía de él, su alegría, te hacía sentir una estrella de rock. Papá lo era, sí, el abuelo, que hoy tan tranquilo ves, algún día no paraba, y teniendo un papá así es imposible no amarlo.

Yo tenía 3 años de edad cuando descubrí el amor por primera vez, recuerdo que esa ocasión fui con mamá a recibir a la salida de su trabajo a mi papá, lo vi con su cabello largo y negro, su silueta exageradamente delgada, y una caja de galletas Pastizetas (mis favoritas) en sus manos, llegó, le dio un beso a mamá y yo me fui a sus brazos, sentía en él toda la fuerza, el apoyo y amor que una niña a esa edad necesita. Años más tarde, esa cara que yo creo debí tener al ver a mi padre, la vi contigo, al ver a tu papá, llegando con un ramo de flores para ti.

Rememoro tu cara diciéndome, “oye mamá, papi nos ama, porque nos da flores”, fue tanta emoción en tu mirar, que recordé en ti como amé desde niña a mi padre, lo amó y le seguiré amando, a pesar de lo que pueda ocurrir entre él y mamá. Sé que papá solía fumar cigarrillo, pero cuando supo que venía en camino dejó de hacerlo, tu papá hizo lo mismo cuando venías a reunirte con nosotros, solía fumar, más tú lo hiciste mejorar sus hábitos de salud, siempre que está contigo lo evita y en el caso de tu abuelo, incluso se volvió maratonista. ¿No es eso amor?

Hoy en día existen los “runners”, cada año veía como papá se preparaba para la llegada del Maratón Internacional de la Ciudad de México, desde el año de 1983, a la fecha. Sin embargo, las recomendaciones médicas para él hoy indican “Ni un Maratón más”, hay algunas fallas cardiacas, que lo impiden. Papá ha sido muy mentiroso, quizá como la gran mayoría de padres responsables, papá ha dicho no tener hambre cuando la tiene para dejarnos alguna porción extra en casa, papá ha dicho que le han encantado algunos trabajos que, por supuesto, no le han gustado solo por no dejarnos sin proveernos.

Papá siempre se ha comprado tenis de atletismo de segunda o hasta tercera mano, para podernos dar una carrera profesional, papá ha sido capaz de correr, pedalear o caminar kilómetros para que no padeciéramos lo que el padeció en la infancia y adolescencia, pero papá, el abuelo, que siempre llega con las golosinas que me prohibía comer a mí de niña, para ti, esta algo agotado. Sé que ama su actual trabajo, pero sé que la tristeza, de pronto lo invade.

Por eso hoy te quiero decir, que es importante que siempre conserves esa caja en la que deposites todo recuerdo bueno que te deje tu padre, siempre serán necesarios, siempre te ayudarán a sobrellevar los malos días. Es importante que sepas que mamá, abuelos, y papá son humanos y por tanto cometemos errores, algunos graves, algunos no tanto, pero siempre Dios, la vida, o tú mismo, te das la oportunidad de ser mejor cada vez, de decidir algo diferente.

Recuerdo una ocasión en que tu abuelo perdió su empleo, y yo tenía 7 años, él tenía una cita de trabajo en una importante empresa, pero estaba muy delicado del estómago, mi mamá le dijo que no fuera, y recuerdo que él dijo que había oportunidades como esa que solo se daban una vez en la vida, así que iría, para entonces mi mamá debía ir a trabajar y no había dónde me quedará, así que acompañé a papá, él tuvo un vómito muy severo, pensé en mi mente de niña que moriría y sentí mucho miedo, él solo tomó mi mano y me dijo: “No llores, nunca me va a pasar nada”, y le dije: “por que”, me contesto: “porque soy yo, tu papá”.

Hoy sé que ha librado muchas batallas, por eso, porque es él, porqué es mi papá. Porque él es la parte fuerte de una familia de “chillones”, entre los cuales me incluyo, él es Mick, Harrison, Phelps, tú abuelo es Iron Man, jamás lo olvides. Hace algunos meses, te contaba que perteneces a un clan de mujeres muy fuertes, hoy te digo que también los hombres de los cuales llevas la sangre, también son grandes de corazón. Tu abuelo, junto con tu tío Juan, desde muy pequeños se ganaron la vida, boleando zapatos, vendiendo gelatinas, paletas o lo que tuvieran a mano, para sobrevivir.

Tu papá también ha sido un hombre trabajador, te conté que algún día fue mesero, maestro, ayudante, ofice boy, y hasta vendedor de elotes, hoy es quien es, gracias al impulso, a su propia decisión, a sus ganas. El amor verdadero te hace cambiar, transformarte y dar todo lo que crees tuyo para los tuyos, mi papá no fue un tipo adinerado, pero cada gota de sudor que ha dado desde que es padre ha sido para nosotros, sus hijos. ¿Errores? Claro, pero hoy sé y entiendo, ¿Quién no los comete?, todos, más no por eso debemos justificarnos en ello, ellos, nuestros padres, lo han hecho lo mejor que creen y han podido.

Mi pa’ me enseñó a correr, a jugar baseball, a cantar, a no masticar los dulces, a evitar un golpe, aunque te sintieras muy molesto (no lo evité), me enseñó a escuchar a Pink Floyd, Beatles, Rolling Stones, The Doors, etc, etc. Él me enseñó a andar en bici, cuando me atropellaron peleó como un súper héroe con el casi homicida.  Me preparó para muchas cosas en la vida, me enseñó a jamás pelear por dinero o por ganar una verdad, muchas cosas me enseñó, pero no todas ejecuté, después de todo ellos te enseñan, tú decides qué hacer o no hacer.

Tu Padre, como el mío, seguramente tiene mucho que enseñarte, qué ejemplos darte, solo quiero darte un pequeño consejo de por vida mi niña.  “Sometimes all of our thoughts are misgiving” (Stairway to heaven, Led Zeppelin), a veces todos nuestros pensamientos son dudas, y la duda te lastima, pero algo cierto, es que jamás debes dudar del amor de padre, es un amor distinto, ecuánime, menos ciego que el de mamá, pero más sentido, cuando un hombre decide tener el amor de sus hijos.

Guarda lo bueno, todo lo maravilloso que te de papá cuando estén juntos, las canciones, las risas, los juegos, los detalles, pues de esos son de los que te acordarás cuando más lejos esté de ti. Él te dio una bella caja con una mariposa al frente, siempre guarda en ella esos pensamientos que él te inspire, porque aquí o en otro lado siempre serás Leonora García, y siempre que uno recuerda a papá en lo bueno se siente más segura, más protegida, mejor humano.

También por papá somos, por papá volamos o nos detenemos, papá, te hace siempre crecer y sentirte amada aunque tengas 30 y tantos, con papá puedes saber que siempre a su lado habrá “Una Escalera al Cielo”, y con un papá de greña larga tienes garantizada una vida medio “desajustada” y “loca” pero siempre con un amor único y auténtico, te lo digo porque mi papá es el luchador más atrevido, de greña larga. Por mi papá, por el tuyo y por todos los padres que, aunque hoy no saben lo que quieren, y quizá mañana tampoco saben a quién aman, sus hijos.

 

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