Obligaron a los uniformados a comunicarse con sus superiores para exigirles que les devolvieran las armas que habían decomisado a delincuentes
LA HUACANA, Mich.- Es cierto, las cosas no estaban del todo bien en materia de seguridad durante el sexenio anterior, pero lo que hoy sucede esta aún peor. Hoy, los elementos del Ejército mexicano no solo tienen que combatir a la delincuencia organizada, sino también cuidarse del «pueblo bueno» que, envalentonado porque no les pueden disparar, humillan, golpean y hasta secuestran a los uniformados.
Este domingo, de acuerdo a videos que circulan en las redes sociales y a información oficial, se registró una balacera en La Huacana entre militares y sicarios donde, desgraciadamente, las balas alcanzaron a dos civiles que al parecer no tenían nada que ver en la refriega, lo que desató la molestia de la gente que reaccionó haciendo bloqueos carreteros en diversos puntos de esta región.
De acuerdo al reporte oficial, los soldados realizaban patrullajes contra la delincuencia en esta localidad, cuando de pronto se toparon con sujetos fuertemente armados y así se desató un tiroteo.
En el intercambio de disparos dos civiles resultaron heridos por «balas perdidas», de quienes se desconoce su identidad, fueron canalizados rápidamente a recibir ayuda médica. En tanto, los pistoleros se dieron a la fuga, no hubo detenidos ni lesionados o fallecidos por parte de los criminales.
A consecuencia de lo ocurrido la gente enfureció, pues los pobladores subrayaron que ciudadanos inocentes quedaron lastimados y culparon al Ejército, por lo que sucedieron varios bloqueos carreteros en las entradas y salidas de La Huacana, así como en las poblaciones de Zicuirán y de El Chauz. Los inconformes entorpecieron el paso de los automotores al usar vehículos de carga y del transporte público.
Los cierres a la vialidad desataron la movilización de las autoridades estatales con el objetivo de negociar con los manifestantes y de esta forma liberar el Tránsito. Los quejosos exigen la salida del personal de la Secretaría de la Defensa Nacional, de acuerdo a las autoridades.
Pero lo que las autoridades no dijeron es que estos «pobladores enojados», golpearon, desarmaron y retuvieron a soldados, a quienes obligaron a comunicarse con sus superiores, para exigirles que les devolvieran las armas que habían decomisado a delincuentes.
A las 21:00 horas de este domingo, la Coordinación General de Regiones, en Lázaro Cárdenas, Michoacán, emitió un breve comunicado en el que aseguraba que, de acuerdo con la Policía Michoacán (Coordinación Regional), los pobladores de La Huacana ya había liberado al personal de SEDENA, así como las entradas al municipio. Sin especificar si cedieron a las demandas del «pueblo bueno» que exigía les regresaran las armas decomisadas a un grupo delincuencial.
La situación de violencia, no solo para los habitantes de varias regiones del país, sino también para los elementos de Ejército y Marina, ya es insostenible mientras el gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador, no ha movido un dedo para detenerla y se ha enfrascado o encaprichado en obras que resultarán inútiles por lo inviables, caras y que en nada ayudarán a regresar la paz a México.
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