Columnas

El peso de la historia en la literatura de Leonardo Padura

*Por Zakie Smeke

¡A la escucha!

LISBOA, Portugal.- Tuve la oportunidad y el privilegio de asistir a una sesión del ciclo de conferencias: Conversaciones con la Historia, en el Centro Cultural de Belém en Lisboa (24 de mayo 2019). Fue apasionante escuchar la conversación de Leonardo Padura con Raquel Varela, historiadora y organizadora del ciclo.

Leonardo Padura Fuentes, nació en Mantilla en la provincia de La Habana, Cuba, en 1955. Tras   una   destacada   trayectoria como   periodista de investigación, comenzó a cultivar el ensayo, el reportaje y la escritura de guiones. Actualmente es considerado por la crítica internacional entre los novelistas más importantes.

En  El hombre que amaba a los perros,  hay una indagación histórica impecable sobre uno de los asesinos más  conocidos de la  Historia: Ramón Mercader, el asesino de León Trotski.

En 2004, a la muerte de su mujer, Iván, aspirante a escritor y ahora responsable de un paupérrimo gabinete veterinario de La Habana, vuelve los ojos hacia un episodio de su vida, ocurrido en 1977, cuando conoció a un enigmático hombre que paseaba por la playa en compañía de dos hermosos galgos rusos.

Desde el destierro impuesto por Stalin a Trotski en 1929, y desde la infancia de Mercader en la Barcelona burguesa, sus amores y peripecias durante la Guerra Civil o más adelante en Moscú y París, las vidas de ambos se entrelazan hasta confluir en México. Ambas   historias   completan su sentido cuando sobre ellas proyecta Iván sus avatares vitales e intelectuales en la Cuba contemporánea y su destructiva relación con el hombre que amaba a los perros.

¿Por qué la historia tiene ese peso tan grande en su literatura? Es una de las preguntas de Varela a Padura: “Sin duda, el ser humano es el resultado de muchas historias que lo han   determinado: biológicas, ambientales,   ecológicas, familiares, psicológicas. Pero no hay manera de entender al hombre histórico que somos, si no lo colocamos en su tiempo y en sus circunstancias. La historia siempre influye en  los comportamientos humanos y no es precisamente lineal, es como una figura en espiral y a veces se tocan las historias, en ese movimiento y llega a ser circular”.

El escritor cubano, Alejo Carpentier marcaba mucho la circularidad del tiempo. Incluso tiene un libro que se titula  La Guerra del tiempo, y que se refiere a la esencia del uso de la historia y su asimilación.

En esta novela se ve cómo a través del paso del tiempo, de distintas circunstancias y  diversas  coyunturas, la  relación  del hombre con la historia es semejante, en el sentido que el hombre es movido por la historia, es manipulado y transformado en los momentos críticos que determinan los procesos sociales, políticos, económicos y revolucionarios.

”Entonces, busqué momentos en que la vida de mis personajes sufriesen alteraciones a partir de convulsiones históricas y tuvieran un sentido a través de esas transformaciones.

”Vayamos ahora a Mario Conde, el detective de La Habana quien nos da a conocer la historia de la Isla en los últimos 25 años. Conde es un personaje a contra corriente, es marxista, leninista, fuma y es apasionado con Tamara“.

¿Cómo haces para hacer ese arte, ¿cómo sobrevives a las críticas? En tu obra literaria, la libertad se respira a todo momento”, establece Varela.

Padura respondió: “Todas las libertades, incluida la libertad creativa, tienen algunos límites. Mario Conde es políticamente incorrecto en todas sus expresiones, en su manera de beber el ron, en su manera de interactuar con las autoridades. Pero es un hombre decente, fiel a sus principios, a sus amores y a sus fobias. Hay un episodio que es cuando Conde le da sus zapatos a un mendigo, quise que fuera la imagen del que no tiene nada y por eso es como un fantasma, pero Conde pone en práctica ahí una de las maneras de practicar la solidaridad y la fraternidad que yo creo que es la que pudiera salvar al mundo, que es no dar lo que te sobra sino lo que tienes”.

Herejes, es una novela de la que se dice, que es la mezcla perfecta de la novela histórica, social y policiaca.  Es una novela sobre el dolor. El de la pérdida de los seres queridos, el de la pérdida de la esperanza, de las ilusiones. El dolor del desarraigo, de la frustración por no poder ser lo que se quiere.

Se trata de una obra compleja, con saltos temporales, de la Cuba de la década de los 50, a la de los primeros años revolucionarios, pasando por el Amsterdam del siglo XVII, con su efervescencia pictórica y su tolerancia religiosa.

Porque Herejes es también eso: un conjunto de seres que luchan contra la dictadura en todas sus formas, que buscan la libertad individual por encima de cualquier cosa. “En Herejes, hablo de la libertad en un sentido universal”, afirma Padura.

Definitivamente, el peso de la historia impregna la obra novelística de Leonardo Padura. Aunque, a diferencia del   historiador, el escritor no tiene que seguir determinadas pautas en la novela. Por ejemplo, Flaubert para defenderse de los críticos cuando publicó Madame Bovary, escribió una carta en la que decía: “Yo lo único que me proponía era llegar al alma de las cosas.” Y, de eso se trata.

Cultura….”  Desaparición de becas para el arte, recorte de recursos para eventos culturales como la entrega de los premios cinematográficos Ariel, eliminación de concursos para fomentar la creación: la política de austeridad   del   presidente Andrés Manuel López Obrador causa descontento en los sectores culturales. https://www.animalpolitico.com/2019/06/sector-cultural-inconforme-recortes-gobierno-amlo/

  • Doctora en Filosofía Política
  • Maestra en Periodismo Político
  • Psicoanalista
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