México

Solo un montaje los patrullajes de la Guardia Nacional, pero el mal trato a elementos no

Solo se dedican a dar vueltas una unidad seguida de otra tipo carrusel hasta que el combustible se termine

De nada han servido las constantes denuncias que los elementos que conforman la Guardia Nacional (GN), presentaron durante la etapa de «capacitación», pues parece que por este acto que las autoridades han calificado de indisciplina, los malos tratos y las condiciones en que desempeñan su labor, se agudizan y los empujan a desertar.

Así lo demuestran el texto y fotografías que han enviado, donde exponen que no tienen un lugar adecuado para dormir o descansar, cuentan con un solo baño para 90 elementos por lo que sus superiores les «sugieren» «suprimir sus necesidades» porque el sanitario no es suficiente y hay que esperar turno; los alimentos son insuficientes y solo hacen dos comidas al día, además de que lo hacen en condiciones insalubres.

Tienen prohibido comprar en la tienda que está frente al «campamento» ya que los militares «superiores» instalaron su propio expendio y les venden los productos a los que se quedaron con hambre. Algunos prefieren desobedecer la orden y, con su magro sueldo, compran alimentos en la tiendita de la esquina.

Es triste que elementos y altos mandos de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), orgullo de los mexicanos en el sexenio pasado, sean los que hoy tratan a los integrantes de la Guardia Nacional, en su mayoría procedentes de la extinta Policía Federal, como si fueran sus empleados y no sus compañeros en la presunta lucha contra la delincuencia.

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A continuación reproducimos íntegro el texto que han enviado:

«Sinceramente  no es nada honorable estar en GN.

Los tratos al personal son inhumanos. Impera la prepotencia de los mandos Militres, y como en toda política…
Solo buscan su «hueso», no tienen idea de la profesión policial y mucho menos entienden de razones.

Se vuelve una sociedad de «Esclavistas y Esclavos».. en donde el capataz o de mayor rango, ordena cualquier tontería y no es cuestionada su orden..
A grado de calentarle agua para que se bañe el oficial, limpiar, recoger su plato y hasta lustrar sus botas si a este se le ocurre..

La dignidad humana esta por los suelos, así como las condiciones de aseo, hospedaje, alimentación y moral…

Un solo baño para mas de 90 elementos. No hay hospedaje y se tiene que dormir en casas de campaña, expuestos a la intemperie de lluvia y frío…

Se tiene que buscar entre la basura, alguna especie de cama o alguna superficie que te mantenga un poco separado del piso, unidades se observan buscando algo, con que resguardar a sus elementos; cartón, papel, periódico, madera, cualquier cosa es buena en esta llamada cuarta transformación…

Los alimentos apenas ajustan, muy limitados y precarios, poco nutritivos y por la noche no hay cena, solo una poca ración por la mañana y mucho más reducida por la tarde, esto con la esperanza que no te salga una larva, mosca o cualquier otra cosa que puede aparecer en tu plato desgastado… (Mejor prepárate un bocadillo en el Oxxo mientras estás de servicio)

Guarda bien tu plato y tu cuchara, porque si lo pierdes el día de mañana no tendrás en dónde comer.

Suprime tus necesidades biológicas básicas por que debes de esperar tu turno para entrar al sanitario, porque los otros 3 o 4 que existen, son para los oficiales y mandos militares. Dichos mandos militares que no tienen ni la más remota idea de trabajar y mucho menos una idea jurídica sustentada para poder judicializar a un presunto infractor de la ley.

Solo se dedican a dar vueltas una unidad seguida de otra «tipo carrusel» hasta que el combustible se termine.
Y si se hace una acción policiaca, los militares se mantiene  al margen esperando que los federales hagan todo el trabajo y poner a disposición.

Lo que si saben hacer son sus famosos «casinos» una especie de tienda que se encuentra dentro de las «bases militares», ahí el personal tiene que consumir lo que se vende y no es posible comprar afuera aunque la «tiendita de la esquina» esté prácticamente al cruzar la calle, todo esto deja jugosos dividendos económicos al superior militar, como en tiempos revolucionarios donde existía el «señor capataz» y la «tienda de raya».

Al final la sociedad mexicana pierde, se crea un «frankenstain» sin pies ni cabeza, militares sin idea de acciones policiacas y con egos, tan altos como el cielo, exceso de prepotencia y malos tratos a sus propios integrantes..

Y federales desmoralizados por sus propios mandos que los tiran al abandono jurídico y a la incertidumbre del sustento de sus familias».

Las cosas han cambiado, pero para mal. La división y encono que el nuevo gobierno sembró, desde los casi 20 años en campaña, hoy está más presente que nunca enfrentando a soldados y federales como enemigos, enfrentando a mexicanos, mientras la delincuencia organizada y el narcotráfico extienden su poderío y se apropian del país. Los ciudadanos y los elementos de la Guardia Nacional están solos.

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