México

Guardia Nacional nace, en términos sociales y políticos, como una semilla de riesgo autoritario y uso represivo

La izquierda mexicana en el poder se traiciona a sí misma y al país

En México, ante amenazas internas severas, los gobernantes civiles ofrecen y permiten mayor autonomía y privilegios castrenses, a cambio de lealtad política por parte de los militares, «no hay sorpresa después del 1 de diciembre pasado», señaló el maestro Erubiel Tirado, coordinador del Programa de Seguridad Nacional y Democracia en México de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México (IBERO).

En ese sentido, el especialista mencionó que la Guardia Nacional nace, en términos sociales y políticos, como una semilla de riesgo autoritario y de usos represivos. «La Guardia Nacional de Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, se apuntala como un brazo armado de control y sometimiento político», advirtió.

Recordó que la experiencia histórica comparada de las transiciones democráticas y de cambio de régimen demuestra que se paga un precio muy alto cuando se involucra a los militares en las batallas políticas de los gobiernos o cuando se impone un compromiso ideológico partidista.

«La coherencia interna, la eficiencia y disciplina militares simplemente se degradan y deterioran, dejando de lado su funcionalidad de defensa para convertirse en el garrote del régimen”, aseguró.

El académico señaló que este cuerpo de seguridad, desde la perspectiva integral de las relaciones civiles-militares, se trata de un error estratégico del gobierno y representa un grave riesgo para la viabilidad democrática.

Añadió que es una decisión que resulta de la presión de los tecnócratas de la seguridad, de militares y civiles que han usufructuado las crisis de violencia desde hace tres sexenios sin resolverla, y en la que se les recompensa cada vez más pese a su fracaso. Crear la Guardia Nacional como una nueva relación político-militar entre el gobierno de AMLO, su partido y las cúpulas castrenses.

Denunció que las Fuerzas Armadas no están plenamente sometidas al poder civil con transparencia y rendición de cuentas de cara a la sociedad. Añadió que el proceso legislativo de las llamadas leyes secundarias son la viva expresión de esta particular traición de una izquierda hecha gobierno.

“Estamos ante un escenario inédito: los militares se han mimetizado con el poder civil en la medida que han obtenido y ampliado prerrogativas y privilegios de carácter político leal, presupuestal; además de un claro esquema de impunidad ante la comisión de violaciones graves y comprobadas a los derechos humanos”, señaló.

Finalmente, el investigador aseguró que pese a que la Guardia Nacional es constitucional y será legal, no será una institución legítima de seguridad de Estado, ya que representa una condena a las nuevas generaciones a seguir contando cadáveres, desparecidos y de padecer constantes violaciones a los derechos humanos. “La izquierda mexicana en el poder se traiciona a sí misma y al país”.

Foto: Archivo

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