Esta decisión afectó al ecosistema de emprendimiento sobre todo al de alto impacto que engloba a empresas medianas en proceso de expansión o grandes de reciente creación en proceso de consolidación
La desaparición del Instituto Nacional del Emprendedor (INADEM) significa cercenar las aspiraciones de crecimiento y la quiebra financiera de miles de mexicanos emprendedores que integran la micro y pequeña empresa (MiPymes), señaló el diputado Víctor Hugo Lobo Román.
Desaparecer el INADEM, dijo el vicecoordinador de la bancada del PRD en el Congreso local, representa un grave retroceso financiero pues la economía de la Ciudad de México está construida sobre la base de las pequeñas y medianas empresas que representan el 99 por ciento de las Unidades Económicas Registradas y generan el 78% de los empleos, además de aportar el 42 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
El legislador indicó que en la CDMX las MiPymes constituyen el 99% de los negocios y generan el 50 por ciento del empleo, el trabajo conjunto de la Secretaría de Desarrollo Económico de la ciudad con el INADEM, instituto que permitía a los microempresarios saber qué situación económica guarda la zona en la que tienen o tendrán sus negocios como la Oficina Virtual de Información Económica y el módulo de asistencia técnica, acompañamiento y protección de la inversión, que brindaba información a las empresas respecto del cumplimiento de trámites y el marco jurídico aplicable en la ciudad.
Pese al exhorto que Lobo Román hizo en reiteradas ocasiones a los senadores de la República para no cometer este atropello burocrático que está afectando a los mexicanos de los estratos económicos más bajos, éstos ignoraron el llamado y procedieron a apoyar la desaparición del INADEM.
Dijo que la desaparición del instituto sembró incertidumbre en miles de familias que fueron beneficiadas con el financiamiento para el empoderamiento económico de las mujeres, pues actualmente el 50% de los créditos son dirigidos a mujeres emprendedoras.
Lobo Román destacó que 850 negocios, organizaciones, instituciones, y aliados trabajaban en la red de emprendedores del INADEM, y a estos grupos no les sirve un subsidio mensual directo, pues requieren de bases sólidas, certidumbre jurídica para crecer, asesoría técnica, fiscal y de organización y eventualmente generación de empleos.
Luego de la desaparición del INADEM, la actual Secretaría de Economía federal, señaló que otorgaría 3 millones de pesos en microcréditos y tienen un programa de apoyos por 6 mil pesos a través de un programa denominado Tandas para el bienestar, que cuenta con un monto de 6 mil millones de pesos.
De acuerdo a consultores y emprendedores, esta decisión afectó al ecosistema de emprendimiento, sobre todo al de alto impacto, que engloba a las empresas medianas en proceso de expansión o a las grandes de reciente creación, en proceso de consolidación.
El INADEM inició operaciones en enero de 2013, como una de las primeras iniciativas del entonces Presidente Enrique Peña Nieto, bajo la figura de organismo administrativo desconcentrado. Su objetivo era constituir una bolsa de recursos ( 8 mil millones de pesos asignados el primer año) que apoyaran al emprendimiento de alto impacto a fondo perdido.
Este órgano sustituiría al Fondo Pyme, creado en 2004, que se operaba en la Secretaría de Economía a través de la Subsecretaría para la Pequeña y Mediana Empresa, también desaparecida.
En estos constantes cambios en cada sexenio, los únicos que siempre han resultado afectados a grado tal de llevarlos a la quiebra, han sido los emprendedores que se han visto en la necesidad de cerrar sus negocios o no abrir ninguno, lo que significa menos fuentes de empleo.
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