Columnas

Detrás de Chernobyl

*Por Zakie Smeke

En la exitosa serie de HBO/Sky, Chernoby (IMDB 9.5/10 según las clasificaciones de 317,236) del director Johan Renck y el guionista Craig Mazin, llama la atención que no se cite en los títulos de créditos el libro de referencia de la mini serie producida por HBO: Las Voces de Chernobyl, con el que Stevelana Alexiévich ganó el Premio Nobel de Literatura 2015. A pesar de esta omisión, son muchos motivos para ver esta valiosa miniserie que se inscribe en la categoría de drama, historia y thriller.

La serie trata de la mayor catástrofe nuclear en la historia contemporánea, según la Escala Internacional de Accidentes Nucleares (INES). El 26 de abril de 1986, el reactor número 4 de la Planta Nuclear en Chernobyl, explotó alrededor de la 1:27 am, en la antigua Unión Soviética, hoy Ucrania.

En la realidad y en la narrativa, el accidente ocurrió cuando el equipo que operaba en la central se propuso realizar una prueba con la intención de aumentar la seguridad del reactor 4, pero se produjo un sobrecalentamiento del núcleo del reactor nuclear que provocó la explosión del hidrógeno acumulado en su interior. Como consecuencia, fueron arrojadas a la atmósfera unas 200 toneladas de material fisible con una radioactividad equivalente a 100 y 500 bombas atómicas como la de Hiroshima.

En la serie se observa una circularidad en la narrativa que vincula la primera escena con la última. De inicio, vemos al personaje de Valery Legasov (Jared Jarris) el científico que al final devela la verdad y por eso es castigado a vivir en la soledad más absoluta sin poder hablar con nadie. Lo vemos solo en su casa, frente a una grabadora, momentos antes de suicidarse y vemos el reloj que marca la misma hora en que se produjo el desastre.

Valery Dice: “¿Cuál es el costo de las mentiras? El peligro es que escuchamos tantas mentiras que después ya no podemos reconocer y abandonamos la esperanza de la verdad. No importa quienes fueron los héroes y las historias (stories) que se cuenten, pero sí saber la verdad y conocer al culpable. Anatoly Dyatlov, el hombre arrogante que dio las órdenes esa noche fue condenado a diez años de prisión. Una sentencia injusta porque Dyatlov, merece la muerte”.

La pregunta: ¿Cuál es el costo de las mentiras? precisa el ambiente de ocultación, de desinformación de las personas en el momento en que ocurre el accidente. Nadie conocía los efectos de la radiación, nunca se tomaron medidas preventivas. En aquella época, hace casi treinta años circulaban las noticias falsas y los riesgos sanitarios y humanos se potencializaban.

El cuestionamiento político sobre la responsabilidad de las autoridades soviéticas en este siniestro se percibe junto con las partículas del  isótopo radioactivo Cesio-137. Son invisibles, pero ahí están.

Así, la serie abre una línea de interpretación que podría relacionarse con el tema de la Necropolítica, que se define por las formas contemporáneas de subyugación de la vida por el poder de la muerte. El concepto de necropolítca surge a la luz de la noción de Biopoder, que indica el dominio de la vida sobre el cual el poder toma el control, como lo señaló Michel Foucault, en el primer tomo de Historia de la Sexualidad.

Las autoridades soviéticas minimizaron las consecuencias para la vida y la salud que desencadenó este siniestro nuclear. El gobierno ocultó la información e informó que el accidente estaba controlado y no era alarmante.

El cierre definitivo de la Central de Chernobyl se completó en el año 2000. Aunque, aún hoy permanece una zona de exclusión alrededor de la instalación en que la vida humana no es posible.

La serie es un intento de dar voz a todas las personas que fueron enviadas para lidiar con la catástrofe, mineros, buzos, médicos, enfermeras, científicos, burócratas.  Hay que honrar su sacrificio. “Es una historia increíble sobre la perseverancia y el sistema de mentiras oficiales para ocultar la verdad,” explica el director Johan Renck.

Por otra parte, la serie se realiza con base en el libro, Las Voces de Chernobyl.

Con ese libro, por primera vez la Academia Sueca otorgó el Nobel a una escritora de no ficción, a una periodista. Alexiévich en su escritura a da vida a muchas voces socavadas por el sufrimiento que pueblan sus libros. Sus narraciones se han construido a partir de sus propias vivencias que reflejan la historia de la vieja Unión Soviética.

La escritora nació en Ucrania en 1948, creció en la Bielorrusia desvastada y despoblada. Al decir de la nobel: “Se trata de la crónica ruso soviética: revolución, gulag, guerra, Chernobyl…la caída del imperio rojo”.

La galardonada ha recuperado la memoria de acontecimientos al escuchar las historias de hombres que no tienen voz y que desaparecen sin dejar rastros, llevándose sus secretos a la tumba. Así las crónicas y narraciones de la escritora bielorrusa se convierten en una polifonía. Es decir, su escritura recoge y registra las voces sociales de una época.

El título del discurso con el que recibió el Nobel es “La batalla perdida”. Cito una parte: “ yo no estoy sola en este podio… Hay  voces a mi alrededor,cientos de voces. (…) las voces cansadas de las mujeres de los pueblos que se reunían en los bancos cerca de sus casas nos atraían como imanes. (…)  Lo que más recuerdo es que las mujeres hablaban sobre el amor, no la muerte.

https://www.las2orillas.co/la-batalla-perdida-de-la-premio-nobel-svetlana-alexievich/

 

Cultura…. La Red Nacional de Bibliotecas sufrirá distintas transformaciones en su estructura y en su relación con las Bibliotecas de México y Vasconcelos, que se convertirán en una especie de biblioteca central —desde dos sedes—, donde lo mismo se diseñará un nuevo organigrama para que funcionen ambos recintos con personal que vaya de la primera a la segunda, como con un cambio en los acervos que se enviarán a los espacios que conforman la red.

https://www.milenio.com/cultura/las-bibliotecas-de-mexico-y-vasconcelos-se-unen

*Doctora en Filosofía Política

*Maestría en Periodismo Político

*Psicoanalista

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