Metropoli

Ciudad de México hacia una economía circular

Con la cantidad de residuos tan grande que genera esta ciudad es un área de oportunidad inmensa que se genera para crear empleos y riqueza

Para mejorar nuestro medio ambiente, es fundamental un cambio en la cultura de todos, señaló Rosaura Ruis Gutiérrez, expresidenta de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), quien puso como ejemplo que el Congreso de la Ciudad de México aprobó reformas a la Ley de Residuos Sólidos con la finalidad de eliminar por completo el uso de bolsas de plástico y popotes en el año 2020.

Reconoció que la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTEI) deberá apoyar a los industriales a que logren esa meta, “por ello, y otras razones, es que llamamos a este foro, porque es nuestra obligación agrupar y organizar ese cambio”.

Tenemos que ver cómo contribuir a tener una mejor ciudad y a desincentivar el consumismo de insumos de un sólo uso, señaló. Aunque es urgente esta transición porque el futuro del planeta y la supervivencia humana están en juego, se buscará que las estrategias que se creen no sólo promuevan nuevos estilos de vida, sino que en el cambio de paradigma hayan oportunidades de empleo, añadió.

Para el año 2050 se estima que el 70% de la población será urbana, considerando que la población del mundo crecerá de 7 mil 500 a más de 9 mil millones; sin duda la Ciudad de México será de las que continúe creciendo, comentó José Luis Beato González, secretario de Desarrollo Económico (SEDECO) de la Ciudad de México. La economía circular será una de las actividades que más crecerán en este futuro que se vislumbra.

“Hace 60 años el 70% de la población trabajaba en el sector primario y ahora es al revés, más del 65% trabaja en el sector terciario, éste se diversifica y hay áreas que crecen más, por ejemplo, investigación, salud, educación, y una de las que más crecerá será la economía circular. Con la cantidad de residuos tan grande que genera esta ciudad es un área de oportunidad inmensa que se genera para crear empleos y riqueza. Como gobierno debemos propiciar las condiciones y dar el curso al sector, y es lo que el gobierno de la doctora Claudia Sheinbaum ha estado haciendo”.

Julia Tagüeña Parga, coordinadora general del FCCyT, subrayó que CANACINTRA forma parte del Consejo Directivo del Foro al igual que otras instituciones de educación superior, academias y otras cámaras industriales, y su papel es facilitar la discusión y encuentro de distintos actores para generar consensos. En este caso, “todos queremos que la especie humana sobreviva, así como hacer un ciudad justa y sustentable. Esto me lleva a felicitar a las doctoras Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México, y a Rosaura Ruiz por esta iniciativa que puede ser ejemplo para otras ciudades del país”.

Respecto al papel que pueden desempeñar los investigadores en los planes de desarrollo del país, Tagüeña dijo que en una reciente consulta realizada por el FCCyT a científicos, cerca de 90% respondió que con sus estudios y las líneas de investigación pueden aportar al Plan Nacional de Desarrollo (PND) enmarcado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas, lo cual es muy estimulante. “Vemos una gran posibilidad en la comunidad académica para apoyar. A partir del PND se va a escribir el Programa Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación, a cargo del Conacyt, y estoy segura que serán muy importantes los insumos que proporcione la discusión sobre economía circular”.

Juana Itzchel Nieto Ruiz, en representación de María Amparo Martínez Arroyo, directora general del INECC, mencionó que para abonar en la evidencia basada en hechos, en dicho Instituto se está realizando un diagnóstico para el caso de México con la idea de poder contribuir al desarrollo del país al que se desea en el futuro próximo.

Luis Miguel Galindo, economista ambiental de la Facultad de Economía de la UNAM, explicó que para 2050 se prevé que se generen 70% más residuos por lo que tiene que acelerarse la transformación de la economía global en la que la sociedad no sólo consuma, utilice y deseche, sino que reutilice, repare, recoja y recicle.

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