Cultura

El libro, Los ferrocarriles en la Ciudad de México, una experiencia visual

Hoy en día son los grandes ausentes de la movilidad en México a diferencia de Europa donde ciudades y regiones serían incomprensibles sin la presencia de trenes suburbanos y de larga distancia

El libro Los ferrocarriles en la Ciudad de México. Movilidad y abastecimiento de una gran urbe 1860-1970, contiene la historia del tren en la Ciudad de México y cómo este medio de transporte influyó en el desarrollo de la capital del país.

Después de una amplia investigación comandada por Guillermo Guajardo, especialista del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que tardó 10 años en realizarse y ahora por fin vio la luz en la serie Horizonte Ferroviario.

Con la participación de Isabel Bonilla y Román Moreno, Los ferrocarriles en la Ciudad de México muestra cómo el entramado ferroviario, con sus vías, talleres, puentes y estaciones, modificó la morfología urbana de la capital mexicana.

 

La ciudad y los ferrocarriles son los protagonistas de esta historia, un sueño de progreso y modernidad de siglo y medio de interacción. La Ciudad de México recibía a prácticamente todas las líneas de tren que existían en el país: el Ferrocarril Nacional, el Central, el Mexicano, el Nacional Mexicano, el Industrial, entre otras, cada una con su propia infraestructura, estaciones, talleres y vías, distribuidas en distintos puntos.

A partir de 1908, Ferrocarriles Nacionales de México fue reuniendo a todas las empresas para consolidar un gran monopolio ferroviario que culminó a mitad del siglo XX y que construyó dos grandes terminales, la de Buenavista de pasajeros y la del Valle de México, en Pantaco, de carga.

Este volumen cuenta esta historia bellamente ilustrada, pues a través de imágenes, sobre todo, con fotografías aéreas que son contrastadas con planos y aterrizadas con imágenes a nivel de piso del acervo fotográfico del Centro Nacional para la Preservación del Patrimonio Cultural Ferrocarrilero, muestra los cambios que la ciudad tuvo con el ferrocarril.

Por ello, ya se prepara una exposición fotográfica que mostrará el impacto que tuvo en el desarrollo urbano y territorial la infraestructura ferroviaria en esta entidad.

Este libro es una experiencia visual ya que se trata de un álbum fotográfico fantástico de una ciudad que ya no tenemos.

El primer tramo de ferrocarril que salía de la Ciudad de México iba a la Villa de Guadalupe, pero en el Porfiriato se dio el boom de los ferrocarriles, con lo que la ciudad se convirtió en la terminal nacional de los trenes en el país.

El volumen permite revivir esa ciudad, en la que continuamente entraban y salían los convoyes, y recuerda la pérdida irreparable del tren de pasajeros y con él, del paisaje ferrocarrilero. Hoy en día son los grandes ausentes de la movilidad en México, a diferencia de Europa donde ciudades y regiones serían incomprensibles sin la presencia de trenes suburbanos y de larga distancia.

Los ferrocarriles llegaron con retraso a nuestro país a fines del siglo XIX y vivieron una larga decadencia hasta su desaparición en la década de los 80, por lo que solo quedan en la memoria. En México se siguió el modelo norteamericano y se dio prioridad al autotransporte.

Este libro es atractivo e interesante porque muestra la historia del ferrocarril y lo que significan los ferrocarriles para la ciudad con imágenes, mapas y textos, lo que será de gran ayuda para los jóvenes que han crecido sin este medio de transporte.

Los ferrocarriles en la Ciudad de México. Movilidad y abastecimiento de una gran urbe 1860-1970, de la serie Horizonte Ferroviario, se encuentra a la venta en las librerías Educal y tiene un costo de 253 pesos.

Foto: Cortesía

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