Metropoli

IBERO busca llegar al tejido social de Iztapalapa con una biblioteca

En ella ofrece atención médica especializada para personas con VIH

En la Clínica de Especialidades Condesa-Iztapalapa, la Universidad Iberoamericana Ciudad de México (IBERO) inauguró una biblioteca en la que ofrece atención médica especializada para personas con VIH. Este sitio no solo busca involucrar a los pacientes de la clínica y sus familiares, sino también a la comunidad aledaña, indicó la maestra Elvia González del Pliego Dorantes, coordinadora del Programa de Género e Inclusión de la IBERO.

“Desde nuestro punto de vista, la misión de la biblioteca es generar un espacio donde se pueda involucrar no solamente a quienes van como pacientes, sino a toda la comunidad, y que sea un espacio donde se pueda ayudar de alguna manera a restaurar el tejido social que está tan dañado en la zona de Iztapalapa”, apuntó.

En el proyecto, además del Programa de Género, participan la Biblioteca Francisco Xavier Clavigero, el Departamento de Letras, la Asociación Estudiantil Biblios, así como estudiantes de distintas licenciaturas.

La maestra González del Pliego indicó que, «se contó con la vinculación de casi la totalidad de las direcciones de la Universidad; también se sumó el Patronato Económico y de Desarrollo de la Universidad Iberoamericana (FICSAC)».

Lecturas y actividades con incidencia social

La BFXC contará con libros de literatura, información médica para pacientes y familiares -para que puedan enterarse de lo que está pasando con su enfermedad o cómo lidiar con un paciente enfermo-, así como de diversidad sexual, tanatología, desarrollo humano, entre otros.

El maestro Victor Harari, coordinador de Desarrollo de Colecciones de la Biblioteca FXC, detalló que el espacio cuenta con cerca de tres mil libros, pero se espera que sumen cuatro mil para diciembre.

De igual forma, señaló que se entregará un sistema para la búsqueda de los ejemplares. “Tienen que nombrar a personas que se encarguen del trabajo, pero vamos a acompañarlas en toda la asesoría y capacitaciones para que puedan operar la biblioteca. Otra cosa que está pendiente es el préstamo a domicilio. Ya este sistema permitirá en un futuro tener una base de usuarios y hacer los préstamos automatizados”.

Harari Betancourt consideró que se trata de un proyecto ejemplar dentro de la Universidad en el sentido de la participación de las distintas áreas. “A nosotros, como Biblioteca, nos permite darle forma a una de nuestras preocupaciones y una de nuestras líneas estratégicas que es la responsabilidad social”.

Por su parte, el maestro Luis Felipe Canudas, director del Departamento de Letras, comentó que el espacio también servirá para realizar distintas actividades que buscan la inclusión social.

“La biblioteca puede ser poco a poco un espacio, como un oasis, en el que los usuarios de la Clínica y los vecinos se acerquen a leer un texto, a uno de los talleres o a escuchar a alguien hacer rap. De alguna manera las actividades propuestas son para activar ese espacio; es un reto importante”.

Gloria Escobar, asistente del Programa de Género, añadió que para este proyecto también contaron con el apoyo de estudiantes, como parte de su servicio social.

Ha sido un espacio de encuentro para ellos, “se quedan con aprendizaje técnico, pero también profundamente humano. Se van con algo que les permitió ampliar su panorama de vida, el poder descubrirse en el otro”.

Los alumnos, de la mano de la Asociación Biblios, elaboraron un manual con propuestas de al menos ocho actividades.

Por último, la maestra Elvia González refirió que también se busca que el proyecto pueda ser replicado por otras organizaciones. “Esa parte es muy importante para nosotros, consideramos que es un proyecto con una incidencia social muy importante en la zona, vamos a ver qué pasa con este ejercicio, qué impactos tiene y las actividades para dinamizar”.

Foto: IBERO

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