Finanzas

Con el apoyo del PACMyC, 20 mujeres se convirtieron en microempresarias

Ahora son dueñas de sus creaciones y ya no requieren de intermediarios para sacar sus rebozos al mercado

ZUMPAHUACÁN, EdoMéx.- Con el soporte del Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunidades (PACMyC), así como el deseo y la necesidad de tener una mejor calidad de vida y sobreponerse a las dificultades, mujeres de la comunidad de San Nicolás Palo Dulce, de este municipio, se convirtieron en microempresarias.

Esto, gracias a la iniciativa de la señora Julia Velasco Mendoza, quien inscribió el proyecto Rapacejos y Rebozos en el PACMyC del Estado de México 2018, por lo que 20 mujeres de esa comunidad, incluidas las niñas, lograron autoemplearse y hoy obtienen ingresos hasta de 600 pesos por la venta de un rebozo que ellas mismas elaboran.

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Antes de que convirtieran en microempresarias, cuando las condiciones de vida en San Nicolás Palo Dulce (la más pequeña y marginada comunidad del municipio de Zumpahuacán) las llevó a aceptar trabajo en Tenancingo, como «empuntadoras», es decir, personas que dan el terminado al rebozo de forma manual, proceso en el que anudan hilos, jugando con los colores, para poder dar forma a diferentes figuras, trabajo que también es conocido como rapacejo.

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En su mayoría amas de casa, estas mujeres decidieron probar oportunidades e inscribir su proyecto en la convocatoria 2018 del PACMyC para emprender su propio negocio y «no estar bajo el mando de otras personas».

Julia Velasco, comentó que Rapacejos y Rebozos de San Nicolás Zumpahuacán resultó beneficiado con 57 mil 500 pesos, recursos que permitieron a cada una de las integrantes del proyecto adquirir un mesabanco, una silla y seis lienzos de rebozo, por lo que ahora son dueñas de sus creaciones.

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«Disponemos de nuestros propios rebozos, los cuales trabajamos de la forma que queremos. Ya no hay quien nos limite o presione; tenemos la libertad de sacarlos al mercado de forma directa y dar el precio que nosotras consideramos conveniente. Ya no hay intermediarios, nuestro trabajo lo valoramos más. Antes nos pagaban entre 120 y 130 pesos quincenales, que es el tiempo que invertimos para dar el terminado o rapacejo a un rebozo», señaló Julia Velasco.

Aseguró que este apoyo también les ha dado la oportunidad de ampliar sus puntos de venta, por ejemplo, al llegar al mercado de Tenancingo, pero también a las festividades de los diferentes pueblos cercanos a su comunidad.

«Hace poco nos hicieron una invitación en Ixtapan de la Sal a una exposición de artesanías con nuestros rebozos. También nos hicieron una invitación para ir a Malinalco, en la Feria de Aguacate», acotó.

Fotos: Cortesía

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