Ecología

Para salvar al jaguar es necesario combatir la tala y desmonte ilegal, y los incendios

En los últimos 10 años aumentó en 20% la población de jaguares toda vez que pasó de 4 mil a 4 mil 800 individuos

La tala y desmonte ilegales por la agricultura en el sureste mexicano representan la principal amenaza para el jaguar, especialmente en la región de Calakmul, en la Península de Yucatán, advirtió el doctor Gerardo Ceballos, presidente de la Alianza Nacional para la Conservación del Jaguar (ANCJ) y miembro de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos de Norteamérica.

Destacó que, durante los últimos 10 años aumentó en 20% la población de jaguares, toda vez que pasó de 4 mil a 4 mil 800 individuos, manteniéndose la Península de Yucatán como la región con el mayor número de jaguares en México y la segunda más importante al norte del Río Orinoco en Sudamérica.

El doctor puntualizó que, en la última década el trabajo coordinado entre el Gobierno Federeal, los gobiernos estatales, la iniciativa privada, los ejidos y comunidades rurales, las organizaciones de conservación de la sociedad civil y Alianza Nacional para la Conservación del Jaguar, ha logrado una importante recuperación del jaguar equivalente al 20 por ciento entre 2010 y 2018.

Agregó que esto se logró evaluar gracias a que la ANCJ llevó a cabo dos censos nacionales que arrojaron esta importante información. Sin embargo, destacó, ante las altas tasas de deforestación producidas por la tala y desmonte ilegal presentes en las selvas al oeste de la Península de Yucatán, se pone en riesgo a largo plazo la supervivencia del jaguar, de sus presas y de su hábitat.

 

Resulta impostergable que se pare este problema, advirtió Ceballos, y subrayó que es necesario combatir las actividades delictivas que afectan a la diversidad biológica y a las comunidades rurales en el oeste de la Península de Yucatán: Una de las principales amenazas de las selvas de Quintana Roo y Campeche son la tala ilegal y el desmonte. Estos son causados, en parte, por el avance de la agricultura mecanizada, lo que a su vez afecta la vida de las comunidades mayas de la región. En pocos minutos miles de árboles de hasta treinta metros de altura son cortados, apilados y quemados.

La Península de Yucatán ha sido afectada por programas federales de desmonte, colonización y desarrollo agropecuario, propiciando un fuerte proceso de deforestación. En el periodo 2001 a 2017 se estima que la Península de Yucatán tuvo una superficie deforestada estimada en más de 40 mil ha/año.

En Balam-kin, la reserva estatal colindante a Calakmul, también hay un proceso de deforestación considerable. Estas áreas son de gran importancia para la conservación del jaguar y sus presas, al fungir como corredor biológico para la especie.

Por otro lado, “los incendios forestales que hemos registrado en los últimos meses en todo el país, ha evidenciado la incapacidad de las autoridades para hacer frente a este problema; se afectaron más de 100 mil hectáreas de selvas en el sureste mexicano, las cuales eran el hábitat del jaguar, y esto no solo se pone en riesgo a la especie, sino el bienestar social de los pobladores locales” señaló el doctor Heliot Zarza, vicepresidente de la ANCJ y académico de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Lerma.

“Es evidente que los incendios se han agravado como una manifestación palpable del cambio climático pero también tienen relación con la implementación de algunos programas gubernamentales de desarrollo rural que carecen de controles rigurosos. “Sembrando Vida”, por ejemplo está promoviendo la quema y la deforestación de selvas existentes para sustituirlas por plantaciones de especies maderables y árboles frutales” señaló Oscar Moctezuma, director Fundador de la asociación Naturalia, A.C. y miembro de la ANCJ.

“Esta situación demuestra que para planear programas de atención a la pobreza debe mantenerse estricto apego a criterios ambientales y a la legislación ambiental actual, pues el resultado a la larga no sólo no será el esperado sino que pudiera ser contrario a la preservación de las selvas , y por lo tanto al de la sociedad” comentó.

Acciones prioritarias para la conservación del jaguar son el combate a la tala ilegal, el desmonte ilegal y los incendios. Salvar al jaguar, paradójicamente significa mantener el bienestar de los mexicanos, concluyeron.

DEFORESTACIÓN DSCN1453 (1) DSCN1450  Fotos: Cortesía

Arriba