México

Decisiones precipitadas y cargadas de protagonismo estéril, de Marcelo Ebrard

Evo Morales no es un perseguido político es un delincuente electoral

Contundente, el diputado Antonio Ortega Martínez reprobó la posición del gobierno de México ante el conflicto que vive Bolivia y destacó que, «el día de ayer y el día de hoy, el gobierno mexicano y, particularmente, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), vienen dando pasos y tomando decisiones precipitadas, cargadas de protagonismo estéril que pueden poner en riesgo la imagen del país, su autoridad política, moral, que tiene frente a los hermanos de Latinoamérica».

Considera que el conflicto en Bolivia habría que ubicarlo con precisión. «Estamos hablando de un proceso electoral cuestionado en donde la OEA da un informe producto de observación internacional imparcial en donde describe irregularidades y acusa fallas en el proceso electivo de Evo Morales; pero, además ¿quién puede negar que Evo Morales y la corriente política que encabeza, acomodó la Constitución, la reformó para -igual que Venezuela, Nicaragua y otros países- pudiera alargar su permanencia como gobernante?

Es cierto, los números económicos hablan de un crecimiento importante de la economía, hablan de la recuperación de riqueza del país para control y tutela en el gobierno. Hablan de que se disminuyó la desigualdad y se sacó de la pobreza extrema a muchos bolivianos; pero ese proceso desgastó al grupo hegemónico, polarizó la vida política en el país y, en el último período, Evo Morales fue cuestionado.

La corriente y las propuestas que él encabeza fueron cuestionados al grado tal, que su permanencia y la consulta finalmente se resolvieron en tribunales a su favor; pero no se respetó una consulta en donde Evo Morales salía en desventaja.

El proceso electivo, ya hemos dicho que entró en conflicto, el país se polarizó, las principales centrales obreras, mineras, y una corriente importante de coqueros se desmarcó de la insistencia de la permanencia de Evo Morales.

Hubo después de la caída del sistema, una reacción masiva de la población contra un fraude electoral que generó confrontación, muertos y, finalmente, se da una crisis constitucional».

Rechazó que se trate de un golpe de Estado, como muchos medios han manejado y simpatizantes del expresidente, tratan de hacer creer. «No es el típico golpe militar, hay que decirlo con claridad. Un golpe militar trae como consecuencia inmediata que los militares se hagan cargo de la conducción política del país y sean ellos los que decidan la vida pública, y en el país lo que hay es la renuncia de un presidente electo en ciernes; hay la renuncia de los líderes de las cámaras del Congreso; hay la renuncia prácticamente masiva de los ministros del gobierno, y de muchos gobernadores.

Estamos, pues, ante una crisis constitucional que alguien tiene que llenar mientras se encuentra una salida».

Sobre el asilo en México, Ortega Martínez destacó: «El día de hoy se ha solicitado formalmente al país el asilo para Evo Morales cuando los cubanos, los nicaragüenses y los venezolanos, anticipándose, le habían ofrecido a Evo morales la protección consular.

¿Por qué razón Evo Morales no la acepta y prefiere venir a México? ¡Pues sin duda porque México tiene una autoridad moral y política en América Latina, porque es un actor con privilegios por sus antecedentes históricos y nos parece que la toma de decisiones precipitadas, influenciadas por posicionamientos ideológicos, influenciada por alianzas que no se animan públicamente a confesar, pueden llegar -repito- al país a la pérdida de sus activos políticos y morales y, por lo tanto, creo que es conveniente que cese el protagonismo del Secretario de Relaciones Exteriores, que cese la precipitación y que las decisiones que se tomen, se hagan sin argumentos ideológicos, sino que sean producto de la historia de nuestro país frente a la persecución de adversarios políticos, que se den las garantías necesarias; pero, repito, sin precipitación y sin apresuramientos».

Foto: Archivo

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