Metropoli

Dos mujeres se embriagan en vía pública y los metiches arman zafarrancho contra policías

Ahora los policías pueden perder su trabajo y la gente seguirá sin entender que para ser respetados tienen que respetar

Difícil labor la de elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México, cuando tienen que cumplir con su trabajo y se enfrentan a una chusma, conformada en su mayoría por mujeres enloquecidas que, armadas con un teléfono celular, tratan de intimidarlos, acusándolos de corruptos, violadores, abusivos, al tiempo que los insultan, cometiendo faltas a la autoridad que ya está tipificado como delito.

A través de redes sociales se difundieron videos en los que se observa una riña entre algunas mujeres y oficiales de la SSC, donde también se escucha a la mujer que graba insultando a los uniformados, gritando como si estuviera drogada o enferma de sus facultades mentales, e impidiendo que los policías cumplieran con su deber.

Al respecto, la SSC informó que los hechos se registraron el pasado sábado cuando los uniformados realizaban patrullajes de seguridad en avenida Paseo de la Reforma, en la alcaldía Cuauhtémoc, cuando se percataron que dos mujeres ingerían bebidas alcohólicas en la vía pública.

Indicó que al aproximarse para detenerlas y remitirlas a un Juez Cívico, las dos personas agredieron a los efectivos policíacos, causándoles lesiones leves.

Sin embargo, durante la acción algunos ciudadanos que iban pasando y nada tenían que ver con las mujeres infractoras, intentaron evitar la detención lo que provocó algunos jaloneos y una riña con los oficiales.

En este zafarrancho, en el que sobraban los metiches y que a toda costa trataban de impedir que las mujeres infractoras fueran trasladadas ante el Juez Cívico, una mujer perdió una parte de un dedo al querer impedir que cerraran la puerta de la patrulla donde ya estaba una de las detenidas en el interior.

Otra mujer, que no se sabe si iba con las que estaban tomando o solo se sintió reportera, grabó lo que sucedió pero sin dejar de insultar a los uniformados, de gritar como loca y de hasta aconsejar a la que había perdido el pedazo de dedo para que no se dejara atender, pero nunca mencionó el por qué inició el zafarrancho.

Por estos hechos, en los que los uniformados cumplían con su labor y tuvieron que enfrentar la furia de los espontáneos, la SSC ya inició una investigación administrativa a cargo de la Dirección General de Asuntos Internos, a fin de revisar el actuar de los efectivos que pudieran resultar involucrados; y refrenda su compromiso de investigar la mala actuación policial, el abuso de autoridad y las omisiones en el quehacer policial.

Cómo pueden estas personas exigir una policía respetuosa si no saben respetar, si ni siquiera se entera sobre cuáles son los cargos contra las infractoras y se mete a impedir una detención, y en lugar de acompañarlas ante el Juez Cívico y ayudarlas a pagar la multa o los trabajos comunitarios a que sean sometidas para cubrir la falta, solo hacen escándalo, insultan, golpean y exhiben.

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