El mensaje que enviaron es que ellas pueden ser igual o más violentas que los hombres amparadas en su condición de mujer
La tarde de este lunes se realizó la marcha contra la violencia hacia las mujeres «Ni una menos», en la que numeroso grupo de féminas encapuchadas se infiltró y causó severos daños a monumentos, establecimientos, paraderos del Metrobús, al tiempo que agredían a las mujeres policías que las acompañaban. Si, mujeres exigiendo alto a la violencia, agrediendo a mujeres que les escoltaban.
La concentración se dio en el Ángel de la Independencia, de donde partieron a las 17:00 horas con destino final al Zócalo de la Ciudad de México. Los colectivos feministas realizaron esta marcha de protesta contra la violencia que viven las mujeres en México, pero sus actos vandálicos fue lo que más destacó; el mensaje que enviaron es que ellas pueden ser igual o más violentas que los hombres, amparadas en su condición de mujer.
Vestidas con camisetas negras y pañoletas en color verde o morado, las feministas iniciaron su marcha por Paseo de la Reforma al tiempo que lanzaban consignas contras los hombres, contra el gobierno, contra la UNAM y contra todo lo que huela a varón.
Lo que pudo haber sido una marcha histórica, en la que las mujeres tomaron las calles y mostraron la fuerza de la razón, derivó en un desorden total con feministas enloquecidas que a su paso iban rompiendo, pintarrajeando, golpeando a mujeres, lanzando petardos y bombas molotov.
Ningún monumento, semáforo, pared, paradero se salvó de estas desquiciadas mujeres que exigían respeto al tiempo que mostraban los senos y gritaban, «Mi cuerpo es mío», y pintarrajeaban con pinturas de aerosol todo lo que veían.
Armadas con mazos y martillos, estas mujeres rompieron cristales, destruyeron mobiliario urbano, pintarrajearon vagones del metro, las escalinatas del Ángel de la Independencia, las figuras que adornan el Hemiciclo a Juárez, los paraderos del Metrobús, los semáforos, el piso, los camellones.
Previo a la marcha, desde la madrugada de este lunes, las autoridades del Gobierno de la Ciudad dispusieron que los monumentos históricos cercanos a la Bolsa Mexicana de Valores fueran cubiertos con plásticos para que no fueran vandalizados, pero esto les valió a las feministas quienes le prendieron fuego a las cubiertas y después los garrapateron con pinturas de aerosol.
Fue en la Glorieta de La Palma, Hamburgo y Cuitláhuac, donde un grupo de mujeres armadas con mazos y martillos rompieron los vidrios y patearon las bancas metálicas, al tiempo que gritaban enloquecidas.
Durante toda la marcha, las feministas fueron acompañadas por mujeres policías que solo se limitaban a caminar a cada lado de la caminata y de repente utilizaban extintores para apagar los fuegos que las «luchadoras contra la violencia de género», iban provocando.
Pese al repudio que sus actos provocaron en ciudadanos que se cruzaron por su camino, estas mujeres en lugar de entrara en razón, solo buscaban provocar para que alguien les contestara y tener un pretexto para agredirlos. Las mujeres policías, pese a ser de su mismo género, tuvieron que soportar las agresiones de las que dicen «luchar contra la violencia de género».
Y al final, los trabajadores del Gobierno de la Ciudad tuvieron que limpiar la pintura con la que mancharon los monumentos históricos, cuando las autoridades las deberían obligar a hacer ese tarea, además de pagar los daños.
Fotos y videos: Especial
