Por Jesús Sánchez Ramírez
Empieza el año, y con él la amenaza de un nuevo conflicto mundial. Esta vez porque el Presidente norteamericano, Donald Trump, ordenó un ataque en el que murió un importante mando del ejército iraní. Es de hacer notar que los ataques casi son cotidianos, pero el peso del personaje abatido es el que reclama una «venganza sangrienta». Si a esto agregamos los recientes ejercicios navales entre China, Rusia e Irán y las declaraciones de Trump de que EU tiene al ejército más poderoso del mundo, pues entonces sí, las cosas están para pensarse.
En Twitter, el medio de comunicación favorito del mandatario estadounidense, éste escribió apenas el pasado fin de semana que su país «acaba de gastar dos billones de dólares. ¡Somos los más grandes y, con mucho, los MEJORES del mundo! Si Irán ataca una base estadounidense, o cualquier estadounidense, enviaremos algunos de esos nuevos equipos hermosos a su manera… ¡Y sin dudarlo! Lo anterior, comentábamos, porque Teherán ondea bandera roja como «símbolo de venganza» en mezquita en Jamkaran.
Empero, y como bien informó el diario británico The Independent en su momento, «esta tiene un doble significado simbólico para el Islam, ya que si bien por un lado indica la sangre derramada injustamente», por otro, según traducción del periódico mexicano El Universal «es un llamado a vengar la muerte de una persona asesinada». Como se puede observar la variable bélica no cambia mucho y sí da pauta a utilizar la frase de que la espada de Damocles pende sobre La Paz mundial. Ojalá esa crin que ahora la sostiene sea lo suficientemente resistente para no dejarla caer.
PRURITO: Este pasado fin de semana fue muy significativo en la agenda del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ya que se reunió con indígenas de tres estados del centro del país, Hidalgo, Puebla y Estado de México. Cabe resaltar la importancia de esta reunión pues se enmarca en la vital atención que el Jefe del ejecutivo federal prometió para con los grupos más vulnerables. Fue un acto oficial denominado Diálogo con los Pueblos Otomí, Náhuatl, Totonaco y Tepéhuatl. En Puebla e Hidalgo protestaron por la Construcción de un gasoducto.
En el Edomex la queja fue por la alza en la tarifa del transporte público y la construcción de la carretera Naucalpan-Toluca. Y fue precisamente en Texcoco, durante el diálogo que encabezó López Obrador, que el gobernador Alfredo Del Mazo señaló que la desigualdad que existe en las comunidades indígenas es una deuda histórica, pero con trabajo conjunto se impulsan acciones para resolver los retos y problemáticas de estas comunidades. Reconoció el gran compromiso de AMLO al escuchar los planteamientos de las comunidades.
Por su parte, López Obrador, informó sobre los programas sociales y acciones que ha impulsado su administración, como ser un gobierno austero, incremento en el salario de los trabajadores, la pensión universal para adultos mayores y jóvenes construyendo el futuro. Dio a conocer que en el Edomex se contarán con 31 sucursales del Banco del Bienestar, y señaló que las giras que se llevan a cabo para realizar los diálogos con las comunidades indígenas son parte de la política de escuchar y atender a todos los sectores de la sociedad.
