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Niño de 11 años protagoniza balacera en escuela con saldo de dos muertos y seis lesionados

Antes de saber las causas que lo llevaron a tomar esta determinación antes de terminar las investigaciones los correctitos ya lo condenaron

Un hecho lamentable se registró la mañana de este viernes al interior del Colegio Cervantes de la ciudad de Torreón, Coahuila, donde un menor de 11 años de edad ingresó con dos pistolas y desató una balacera, con saldo de dos muertos y seis lesionados. Uno de los fallecidos es el niño que disparó.

De acuerdo a declaraciones del gobernador del estado, Miguel Ángel Riquelme, alrededor de las 08:20 horas de hoy, el alumno de sexto año de primaria pidió permiso a su maestra para ir al baño. Luego de 15 minutos, la profesora decidió ir a buscarlo y fue ahí, en los sanitarios, donde lo encontró con dos armas de fuego que comenzó a disparar contra ella, quien lamentablemente perdió la vida, y contra sus compañeros. Luego de hacer esto, el menor atentó contra él mismo, y su cuerpo quedó frente a de su maestra; ambos sin vida.

El funcionario confirmó que el saldo del tiroteo es de dos muertos y seis heridos; cinco alumnos y un maestro de educación física. «Lamentamos los hechos ocurridos», expresó el mandatario estatal.

Luego de que se diera a conocer este lamentable hecho, han surgido versiones, opiniones encontradas, hipótesis, como la del gobernador de Coahuila, quien aseguró que el niño estuvo influenciado por un videojuego para cometer este acto.

Según el mandatario estatal, se analiza el perfil psicológico del menor, aunque ya adelantan y aseguran que un videojuego llamado «Natural selection», influyó para que cometiera el crimen. Informó que en la playera del menor, en la parte inferior, se encontraba una referencia a dicho videojuego además de que momentos antes de la agresión, el niño comentó a uno de sus compañeros «hoy es el día», antes de retirarse del aula para comenzar con los disparos.

Hay otras versiones que indican que en fecha reciente el niño había enfrentado la muerte de su madre, que su padre vive lejos, que estaba bajo la custodia de su abuelita. Que era un niño tranquilo pero triste, que sufría bullying en la escuela.

En redes sociales se erigió un juicio contra el menor, sus padres, los maestros, la escuela. Hay quienes abogan por él y quienes lo condenan, lo cierto es que sólo él sabía lo que atormentaba su corazón de niño, lo que sentía al estar solo enfrentando el día a día en su casa, la escuela, su entorno.

Antes de saber las causas que lo llevaron a tomar esta determinación, antes de terminar las investigaciones, los correctitos ya lo condenaron, como la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) que emitió un comunicado en el que «condena y expresa su preocupación por los hechos de violencia ocurridos en un plantel escolar en Torreón, Coahuila, y subraya que tal hecho evidencia la gravedad de la problemática que enfrenta el país en materia de seguridad, así como la debilidad de nuestro Estado de Derecho, ya que las autoridades de los distintos niveles y órdenes de gobierno, desde hace años y hasta hoy, no han podido garantizar para todas las personas condiciones de seguridad para la convivencia pacífica que permitan la vigencia de los derechos humanos en el país».

Así el organismo que «vela» por los derechos humanos, condenando un hecho provocado por un niño del que nada sabe, ni los motivos que lo llevaron a hacer esto, cuando su mensaje debería ser para lamentar la pérdida de estas dos vidas, las lesiones de los otros y pedir a los padres que estén más cerca de sus hijos, que los escuchen, les den amor y seguridad.

 Nota: Por respeto, aquí solo exponemos una de las armas que usó el menor, pero nos abstenemos de presentar fotografías explícitas de las dos víctimas mortales y mucho menos del alumnado y profesorado.

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