México

La mejor manera de ejercer una sexualidad libre y responsable es teniendo conocimientos necesarios

Al garantizar el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos se consolidan como derechos humanos al proteger la vida y la integridad de las personas

La mejor manera de ejercer una sexualidad libre y responsable es teniendo conocimientos, además de respetar los derechos sexuales y reproductivos de adolescentes y jóvenes. Por ello, en México es necesario diseñar estrategias de salud sexual y reproductiva diferenciadas para mujeres y hombres, con acciones que se adapten a cada contexto sociocultural, con énfasis en la población rural e indígena, afirmaron expertas de la UNAM.

Mónica Aburto Arciniega, Claudia Díaz Olavarrieta y Angélica Arce Cedeño, del Programa de Prevención de Embarazos en Adolescentes de la Facultad de Medicina (FM), detallaron que esto implica involucrarlos de manera activa para que, mediante su participación, los contenidos y materiales logren la pertienencia necesaria y lleguen a los grupos más desatendidos.

Refirieron que de acuerdo con la Secretaría de Salud (SS), entre 1983 y 2013 se registraron tres mil 651 casos de SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida) en población de 10 a 19 años de edad. En 2012, para el grupo de edad de 10 a 14 años, las infecciones de transmisión sexual (ITS) más comunes fueron el virus del papiloma humano (VPH), el chancro y la infección genocócica; y en el grupo de 15 a 19 años, las más frecuentes fueron el VPH, la infección asintomática por VIH (virus de la inmunodeficiencia humana) y la sifilis adquirida.

Mónica Aburto Arciniega, coordinadora del Programa de Prevención, indicó que debe lograrse el empoderamiento de las mujeres y el involucramiento de los varones en este ámbito, especialmente en la prevención de embarazos no planeados, de la transmisión del VIH y otras ITS.

Para Claudia Díaz Olavarrieta, profesora afiliada al mismo programa, la mejor manera de ejercer una sexualidad libre y responsable es teniendo conocimientos necesarios, confiables y actualizados, además de respetar los derechos sexuales y reproductivos.

A su vez, Angélica Arce Cedeño, coordinadora técnica del programa, expuso que la educación sexual no sólo debe incluir información de corte biológico, sino temas relacionados con la afectividad, manejo de emociones y toma de decisiones. «Una sugerencia sería hablar al respecto de la manera más natural posible, para que niñas y adolescentes tengan confianza y acepten su sexualidad».

Aburto Arciniega dijo que el programa a su cargo tiene el objetivo de crear conciencia sobre los riesgos y efectos negativos de tener un embarazo a edad temprana.

En tanto, Díaz Olavarrieta indicó que «como institución, tenemos la responsabilidad de difundir esta información para lograr un impacto favorable en la población. Así, desarrollamos proyectos a partir del análisis de los principales indicadores sobre fecundidad, preferencias reproductivas, anticoncepción y salud materna infantil».

La académica subrayó la importancia de garantizar el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos, pues se consolidan como derechos humanos al proteger la vida y la integridad de las personas. «Incluyen la facultad de todos a acceder a la salud sexual; a métodos anticonceptivos seguros, eficaces, asequibles y oportunos; a solicitar, recibir y difundir información relacionada; a la educación sexual integral; al respeto a la integridad corporal y la elección libre de pareja».

Finalmente, Arce Cedeño exhorta a los padres de familia a mostrarse interesados ante las dudas de sus hijos, evitar asustarse o enojarse, dar respuestas directas y adecuadas, y mostrar seguridad al hablar.

Con el fin de ofrecer información al respecto, la UNAM cuenta además con el Centro Médico Universitario, que tiene un servicio de orientación en salud; también, con el Grupo de Investigación de Psicología y Salud Sexual, y con el Centro de apoyo y Orientación para el Estudiante, ambas en la FES Iztacala.

De igual forma, está disponible la Consejería en Salud Sexual y Reproductiva, de la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia; el Programa de Orientación y Salud Emocional a Estudiantes, y el Centro de Orientación y Formación Integral Estudiantil, en la FES Zaragoza.

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