Amores tóxicos, les dicen
A través de redes sociales, se difundió un video de una escena por demás desagradable, ocurrida en calles del estado de Puebla, donde se observa a una pareja de jóvenes, al parecer discutiendo. Bueno, por lo que se ve en la grabación, la que no solo discutía sino que golpeaba, era la mujer, mientras el joven, arrinconado contra la pared, aguantaba las agresiones físicas.
No se escucha lo que discutían porque la grabación se hizo desde el interior de un automóvil, frente a la pareja que estaba sobre la banqueta, pero la imagen dice más que las palabras. La pareja, ella de pantalón blanco y blusa o sudadera color rojo, con una mochila a la espalda, tiene a un joven que va vestido todo de negro, arrinconado contra la pared y sin que metiera las manos.
En varias ocasiones, la joven lo toma de los cabellos y lo somete; él, tratando de soltarse no atina ni a empujarla y cuando intenta liberarse ella lo vuelve a tomar de los cabellos; el joven hizo dos intentos por liberarse pero ella lo volvía a someter, hasta que haciendo acopio de fuerza, él logra soltarse y se echa a correr, con ella detrás.
Hasta aquí llega el video, donde la joven corre detrás de su presa. Amores tóxicos, dirían los que saben, mientras las feministas seguro aplauden la actitud violenta de ella.
Esta desagradable escena me hizo recordar lo que escribió Justo Cecilio de Santa Anna en 1888, una respuesta contundente y lapidaria, a las redondillas de Sor Juana Inés de la Cruz, en las que la Décima Musa acusa a los «Hombres necios que acusaís a la mujer sin razón…».
A continuación reproducimos íntegros los versos de Justo Cecilio de Santa Anna: