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IBERO emprende acciones para mejorar gestión ambiental en su campus CDMX

Entre las acciones está la de disminuir el consumo de agua potable; mejorar el manejo de residuos, así como ser más eficiente en el consumo energético

La Universidad Iberoamericana (IBERO), desde hace varios años ha emprendido acciones para mejorar la gestión ambiental en su campus Ciudad de México. Muchas de estas dinámicas obedecen a normas internas, sin embargo, la casa de estudios pretende ir más allá de lo que marca la ley, comentó Arturo Aguilar, responsable de Asuntos Ambientales de Planta Física de la IBERO.

El especialista indicó que, como parte de las iniciativas en favor del medio ambiente, la IBERO está en proceso gradual de la eliminación de la venta de botellas de PET. A través de una normativa interna, esta institución educativa se comprometió a ser una universidad libre de plásticos de un solo uso, de manera que se va eliminando ciertos productos.

«Hemos logrado, gradualmente, quitar el agua embotellada. No es que no se venda el producto, sino que el proveedor la trae en presentaciones que tienen menor impacto ambiental y mayor potencial de ser reciclado como es el caso de la lata de aluminio», explicó el especialista de la Universidad asentada en Santa Fe.

En línea con la Política Institucional de Sustentabilidad, IBERO Ciudad de México y Prepa Ibero tienen el compromiso desde el pasado 20 de septiembre, de:

1.- Eliminar la compra de bebidas embotellas en PET, así como desechables elaborados a base de otros plásticos no biodegradables o compostables.

2.- Eliminar la venta de cualquier bebida embotellada en PET, así como la distribución de desechables elaborados a base de plásticos no biodegradables o compostables, en cualquiera de sus concesiones, así como en el Sindicato y la Asociación de Profesores Investigadores (API).

3.- Prohibir que las empresas que prestan servicios de eventos, distribuyan bebidas embotelladas en PET, así como desechables elaborados a base de plásticos no biodegradables o compostables.

4.- Proporcionar y/o facilitar a su comunidad las alternativas de sustitución de los productos envasados o elaborados a base de plásticos no biodegradables o compostables, garantizando en todo momento su calidad.

5.- Hacer más eficiente los procesos del manejo de los residuos sólidos en la Universidad, como su separación, almacenamiento y envío a sitios de aprovechamiento, valorización y reciclaje.

6.- Implementar las estrategias de comunicación para difundir las medidas adoptadas por la Universidad y promover el uso responsable de los plásticos y en general el manejo de residuos sólidos.

De igual forma, la IBERO Ciudad de México cuenta con alrededor de 35 bebederos distribuidos en todo el campus, es decir, con el doble de los que existían hasta hace unos meses, a fin de que los alumnos lleven recipientes que puedan usar y lavar, para proveerse del líquido en todo momento y en prácticamente cualquier punto del complejo universitario.

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Ahorro de agua potable

Aguilar explicó que una persona, familia o universidad no puede cambiar por si sola la situación ambiental que se vive a nivel mundial. Sin embargo, puede generar un impacto al emprender cosas distintas para mejorar el desempeño ambiental, pues motiva a otros a sumarse.

El biólogo puntualiza que desde hace un par de meses, todos los baños que están en los edificios de salones de clases son alimentados con agua tratada, con lo cual se reduce el consumo de agua potable.

Uno de los proyectos clave de la IBERO en cuanto a la gestión del agua es rehabilitar su planta de tratamiento, que el año pasado inició su reconstrucción, de tal manera que en nueve meses (próximo mes de junio) el 100%  del agua residual que se produce en la universidad sea tratada.

“La intención es dejar de consumir lo más que se pueda de agua potable través del uso de agua residual tratada que nosotros generaremos. En un año como máximo estaremos con una nueva planta de tratamiento para que, por lo menos, 80% del agua potable que se usa actualmente sea mitigada”, añade Aguilar.

Manejo de residuos

La IBERO elaboró la Normativa de Manejo de Residuos con el fin de eliminar la generación de residuos plásticos de un solo uso e incrementar la recuperación de residuos valorizables.

Planta Física, que tiene a su cargo la construcción, operación y mantenimiento de espacios físicos del Campus, provee los equipos necesarios para el acopio de materiales, su separación, valorización, envío a reciclaje y disposición final, según explica el Responsable de Asuntos Ambientales.

El objetivo, añade, es asegurarse de que el 100% de los residuos que se generan sean canalizados a sitios de tratamiento o disposición final autorizados, así como en ser más eficientes en este tema al minimizar y disminuir la cantidad de residuos que se generan en el campus. Por esta razón, una de las medidas que se alistan es que la IBERO esté libre de PET.

En ese sentido, en el área de comida rápida denominada El Cubo, 70% de los desechables están elaborados a base de materiales con menor impacto ambiental. Y en esta zona tampoco se comercializan bebidas en envases de plástico.

Ahorro energético

La IBERO busca volverse más eficiente en cuanto al consumo de energía eléctrica a través de la sustitución de luminarias y con el cambio de equipos eléctricos grandes. Planta física, quien se encarga de estos procesos, también refuerza la compra de energía limpia.

“Queremos volvernos más eficientes, tenemos que consumir menos energía eléctrica a través de sustitución de luminarias y por equipos con estándares de ahorro energético que actualmente existen en el mercado”, señala.

De igual forma, comparte que ya tienen adelantada la decisión de con quién comprarán energía limpia para todo el campus. Y adelantó que se tiene un proyecto a pequeña escala para la instalación de una pequeña central fotovoltaica.

Jardines IBERO

Uno de los emblemas de la IBERO son sus jardines y en este tema se pretende hacer un programa integral de manejo de áreas verdes con el objetivo de disminuir el consumo de agua, así como el uso de fertilizantes orgánicos.

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Para lograrlo, se establecieron cuatro criterios para la selección de plantas que se promueven en las diferentes áreas verdes. El primero es que tiene que estar adaptada a las condiciones de la Ciudad de México. Es decir, tienen que ser plantas nativas cuyas condiciones ambientales les favorezcan, que sean tolerantes a la sequía para que no se vean afectadas y resistan hasta la llegada de temporada de lluvia.

“Cuando se tiene una planta con estas dos características: nativa y tolerante a la sequía, genera beneficios ambientales como la atracción de organismos polinizadores que observamos en la azotea verde, que está llena de abejas y aves debido a árboles frutales. Este tipo de proyectos ayudan a atraer estos organismos”, dice.

Se han reconvertido y creado 2 mil 400 metros de áreas verdes con plantas de bajo consumo de agua con lo cual hemos dejado de usar alrededor de 4 mil 300 metros cúbicos de agua tratada al año.

De acuerdo con planta física, la meta es que 15 mil metros cuadrados de áreas verdes de la IBERO cuenten con plantas nativas con menor consumo de agua.

En 2019, se inauguró el proyecto de naturación de azoteas en mil 350 metros cuadrados en el estacionamiento de E-10 A. Su constitución estuvo pensada en cuatro áreas temáticas:  polinizador, plantas productoras, aromáticas, así como medicinales y alimenticias.

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Es importante recordar que el cuidado de la Casa Común es una de las cuatro ‘Preferencias Apostólicas Universales de la Compañía de Jesús 2019-2029’ en la que explica que el daño a la tierra es, al mismo tiempo, un daño a los más vulnerables, como son los pueblos originarios, los campesinos obligados a emigrar y los habitantes de las periferias urbanas.

Fotos: Cortesía

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