Espectáculos

Vida y obra del músico Delfino Madrigal en el documental Por la orillita del río

El trabajo fílmico, realizado por Yunnuén Martínez Tapia, incluye 20 entrevistas a familiares del artista michoacano

Delfino Madrigal Gil, fue víctima de la mala interpretación del Concilio Vaticano II, por ser fiel a cantar piezas sacras en latín, en un momento histórico cuando esto no estaba permitido. Ahora, el documental Por la orillita del río, aborda la vida artística y obra de este músico michoacano, y las vicisitudes que enfrentó contra una iglesia autoritaria.

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Realizado por la artista visual michoacana, María Yunnuén Martínez Tapia, el filme tiene una duración de una hora con 12 minutos, incluyendo 20 entrevistas a familiares del maestro, gente contemporánea que trabajó muy cerca con él, así como a conocedores de la música, quienes pueden dar un testimonio fiel de cuál era la labor técnica y musical del artista nacido en Erongarícuaro.

Martínez Tapia señaló que, a pesar de haber sido considerado uno de los músicos mexicanos más completos de su época (1928-2016), el maestro Delfino Madrigal sufrió las consecuencias de la mala interpretación que hizo el Concilio Vaticano II, al ser desplazado constantemente de sus trabajos.

Sin embargo, el maestro siempre se mantuvo fiel a sus ideales al cantar piezas en latín pese a que las autoridades eclesiásticas decían que estaban prohibidas, «cosa bastante errónea porque el latín es el idioma ooficial de la iglesia católica», comentó Tapia.

El documental sobre el músico nacido el 30 de septiembre de 1942 en la ribera del Lago de Patzcuaro, tiene origen en otro largometraje de Yunnuén Martínez, titulado El organista. Vida, obra y legado del maestro Francisco Martínez Álvarez, es cuando la familia Madrigal se acerca a la directora con la idea de realizar el documental del maestro Delfino.

Por la orillita del río, da cuenta de la trayectoria del músico desde su muy temprana edad. Inició en el Coro de los Infantes de la Catedral de Morelia; después en la escuela Superior de Música Sagrada de esa ciudad, donde obtuvo el Magisterio en Canto Gregoriano, Composición y, posteriormente, en órgano en la Escuela Superior de Música Sagrada de Guadaljara.

“En 1942, cursó en la Escuela Superior de Música Sagrada, bajo la dirección del Señor Canónigo Don José María Villaseñor. Fue alumno distinguido del gran compositor moreliano Miguel Bernal Jiménez, así como de Ignacio Mier Arriaga y Paulino Paredes”, detalla María Yunnuén.

De acuerdo con la realizadora, Delfino Madrigal, como uno de los mejores alumnos del maestro Miguel Bernal Jiménez, hizo una gran labor por la música sacra a partir de 1960 en que se da el Concilio Vaticano II y la este tipo de piezas musicales empiezan un proceso de transformación en todo el mundo, cambios que no movieron a Madrigal de sus ideales.

El maestro fue un músico completo pues se desempeñó como intérprete, pianista, compositor, investigar de la música sacra y maestro de música, una labor bastante importante en todo este ámbito de la música sacra.

Fotos: Cortesía

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