La próxima vez que quiera comprar algo así en el tianguis piense ¿por cuántos pesos los arriesgaría?
La compra de maquillajes en ocasiones desajusta el gasto, por lo que muchas mujeres acostumbran comprar estos productos en tianguis y otros espacios donde se comercializan copias o reproducciones de productos, así como envases rellenados, a precios más económicos que sus versiones originales, lo que se conoce popularmente como «piratería», que pueden provocar reacciones alérgicas en la piel.
Y es que no es ningún secreto que en México los mercados «sombra» o «informales» son un fenómeno altamente desarrollado.
La proliferación de tianguis y otros espacios donde se venden copias o reproducciones de productos, así como envases rellenados, a precios más económicos que sus versiones originales en ocasiones nos llevan a consumir «piratería» es por eso que también es importante el consumo informado.
Pero ¿por qué?
La primera y más obvia explicación es, lógicamente, la diferencia de precios. Los productos «pirata» suelen ser substancialmente más baratos, lo cual para mucha gente es suficiente razón para adquirirlos. Pero hay que pensar ¿por qué son tan baratos?
Tanto si se habla de películas como si se habla de productos de cuidado personal, el ahorro reside en la seguridad y calidad de los materiales, así como en los procesos de producción en sí.
Precisamente, otra razón por la cual la gente se inclina por el mercado sombra en general, es porque considera que haya consecuencias importantes al hacerlo, lo cual no es muy atinado, desafortunadamente, para algunos de sus aficionados, ya que existen muchos riesgo de comprar en el mercado informal.
Es cierto, mientras los riesgos asumidos por comprar una película o CD piratas pueden no ir más allá de ver una mala calidad de imagen o sonido, cuando hablamos de otros productos, como los de cuidado personal, las implicaciones pueden ser más relevantes ya que su impacto será en la salud.
¿Qué ahorros en los procesos de producción hacen más baratos estos productos frente a los originales?
Como ya se dijo: la calidad de materiales, priomordialmente, pero otro factor determinante, y que distingue categóricamente un producto cosmético o de aseo original de una «pirata» son las garantías de seguridad que los primeros pueden ofrecer al consumidor, ya que, si bien son de bajo riesgo, al final del día tienen una regulación de salud que cumplir ya que se utilizan en el cuerpo.
Al utilizar y mezclar ingredientes químicos, con independencia de que sean naturales o sintéticos, sin conocimiento profesional, sin procesos regulados, sin permiso de la autoridad, le es imposible dar a estos productos una garantía para la salud del usuario.
Para poder ofrecer esa seguridad al consumidor en el mercado formal, son imprescindibles las pruebas de seguridad y protocolos sanitarios estipulados por las autoridades y avalados internacionalmente, pruebas que implican un costo que, lógicamente, incide en el precio. He ahí la clave, pero hay que recordar que la familia y uno lo valen. La próxima vez que vea un cosmético pirata, con el cual exponga su rostro, piel o familia, piense ¿por cuántos pesos los arriesgaría?
Foto: CANIPEC
