México

Más leña al fuego de la crisis económica en México, con cancelación de planta cervecera en Mexicali

La misma «receta» que usaron para cancelar el Aeropuerto de Texcoco, usando a su clientela para votar en contra de proyectos importantes

Sin duda, el oportunismo es el sello que caracteriza al gobierno de MORENA, encabezado por el presiente López Obrador. Se colgaron del drama de la Guardería ABC, para golpear al gobierno de Felipe Calderón, de los 43 de Ayotzinapa, para desestabilizar la administración de Enrique Peña Nieto, para hacerse del poder. Ahora, alcanzado el objetivo, se aprovechan de la crisis sanitaria para perpetuarse en el poder, así como para eliminar presuntos competidores de los hijos del presidente, en su negocio cervecero.

Al respecto, el Grupo Parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados, dijo que debido a la pérdida de empleos y a la grave afectación a la economía de la región, rechaza el resultado de la «consulta» y la cancelación de la planta Cervecera en Mexicali.

Lamentó que el Gobierno Federal haya descartado ofrecer estímulos fiscales al sector privado para hacer frente a las consecuencias de la emergencia epidemiológica del Covid-19. «Frente al tsunami económico que se avecina, hemos decidido tirar los salvavidas al mar. Estamos cancelando la inversión, violentando el estado de derecho y orillando a las empresas a lanzar a sus trabajadores a la calle, mienstras el resto del mundo hace exactamente lo contrario».

Los diputados priístas dieron a conocer que presentarán un Punto de Acuerdo para que se establezcan amplias medidas económicas en favor de los trabajadores, el comercio en pequeño y las empresas, en concordancia con lo que se está haciendo en otros países.

«Coincidimos con el Presidente de la República que ante la inminente crisis económica que enfrentará el país -y que podría provocar el decrecimiento más importante en 25 años-, debemos proteger a la población más vulnerable. Pero para combatir la pobreza se requiere de la inversión, los empleos y los impuestos que generan las empresas; cancelar proyectos y retirar apoyos sólo contribuirá a un mayor empobrecimiento de la población», advirtió el PRI en San Lázaro.

Y pone como ejemplo el proyecto de la planta cervecera de Mexicali, en la que empresario habrían de invertir más de mil 400 millones de dólares y la generación de dos mil empleos directos. «No podemos pensar que los empleos se pueden sustituir con programas sociales; lo que se requiere es crear las condiciones de certeza y confianza para que los inversionistas vengan a México».

Destacó que, en el caso de la empresa Constellation Brands, el proyecto de inversión contaba con todos los permisos establecidos en la ley. Incluso, en marzo del año pasado el Instituto Estatal Electoral de Baja California (IEEBC) resolvió improcedente la solicitud de plebiscito sobre la construcción de la planta cervecera en esta ciudad. No obstante, el gobierno federal decidió intervenir para cancelarlo. «Ahora seremos los mexicanos quienes pagaremos los costos de la indemnización por la detención del proyecto», advirtió.

Enfatizó que, el PRI en la Cámara de Diputados lamenta que las consultas públicas sólo tengan una orientación política, funcionan como mecanismo de propaganda para discriminar a empresarios. «No ha habido el mismo rasero para los proyectos del aeropuerto de Santa Lucía, la refinería de Dos Bocas o el Tren Maya, mismos que iniciaron su construcción sin contar con permisos ni estudios de impacto ambiental. No sólo se trataba de su viabilidad financiera sino que rompieron todas las normas que otras empresas han cumplido y han tenido que cancelar sus proyectos, como también sucedió con el Metrobús en la región de La Laguna».

Considera que, «cualquier proyecto requiere que los grupos sociales, como los campesinos en este caso, sean tomados en cuenta y que se garantice que puedan seguir teniendo acceso al agua necesaria para sus cultivos, pero ello no implica la cancelación de proyectos que benefician a la población de esa región del país. Se le está diciendo a los mercados y a empresarios del mundo, que no vengan a invertir a México, que no hay ninguna certeza jurídica. No habrá discurso político que frene la peor crisis que enfrentará México en este siglo», sentenció.

La consulta «amañada»

El pasado domingo, por intervención del gobierno federal encabezado por López Obrador, se realizó una consulta para que fuera «el pueblo bueno» el que decidiera la suerte de un proyecto que traería una inversión de más de mil 400 millones de dólares y dos mil empleos directos para la región. Acudieron a votar 27 mil 973 personas (sólo el 3,51% del padrón electoral de Mexicali) y con ello el gobierno federal decidió NO dar los permisos correspondientes para la operación de la planta cervecera de Constellation Brands en Mexicali, Baja California.

Este no es un proyecto nuevo, es parte de la Inversión Extranjera Directa que el gobierno de Enrique Peña Nieto atrajo y fue anunciado en 2016. Se calculaba que esta planta tendría una capacidad de 10 millones de hectolitros, una inversión de mil 400 millones de dólares y estaría concluida en cuatro años.

El sitio elegido para construirla es en el kilómetro 10.5 de la carretera Mexicali-San Felipe, en el valle de Mexicali, punto estratégico que le permitiría atender al estado de California, en Estados Unidos, considerado como el mayor mercado de cerveza Constellation. Esta empresa es la tercera cervecera más grande de Estados Unidos y es dueña de las marcas del Grupo Modelo (mexicano) en ese país.

Sin embargo, en 2017 agricultores de la región e integrantes de la organización Mexicali Resiste, se manifestaron en contra de la empresa con diversos argumentos, como que no contaba con los permisos de uso de suelo y que consumiría millones de metros cúbicos de agua que, presuntamente le pertenece a los agricultores locales y a la población.

Eso bastó para que el gobierno federal se «colgara» de este asunto, convocara a una consulta que ya el IEEBC había rechazado, y con el voto de sólo el 3.51% del padrón electoral de Mexicali decidiera, si, así como un puñado manipulado decidió echar abajo la obra del Aeropuerto de Texcoco, decidió rechazar una inversión millonaria y miles de fuentes de empleo.

Sospechosa esta cancelación, sobre todo porque los hijos del presidente López Obrador desarrollan una planta cervecera en Tabasco, un estado en el que el agua no sobra, los agricultores y campesinos no nadan en agua ni en dinero, pero que hasta el momento nadie se ha opuesto.

Lo que nadie le dijo, ni a los que votaron contra Aeropuerto de Texcoco y ahora contra empresa cervecera en Mexicali, es que no sólo son cómplices en impedir el crecimiento económico del país, sino que también adquirieron una inmensa deuda que tendrán que pagar vía las indemnizaciones por detener proyectos. En lugar de que el dinero entre, ahora saldrá y empobrecerá aún más a los más pobres.

Foto: Cortesía Coparmex

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