Columnas

De la pandemia, a la infamia

Por Marcos E.C.

Dos han sido las epidemias, que han atacado a nuestro país; una, que ha causado estragos en todo el mundo, países enteros paralizados para evitar contagios, enfermos y muertes. Hemos visto cientos de ciudades aisladas, metrópolis siempre llenas de vida, hoy como ciudades fantasmas. Pero de la pandemia causada por el COVID19, se ha hablado, escrito, leído y escuchado mucho. Tema que dejó a los expertos, yo quiero hablar de la infamia.

La INFAMIA, está resultando tanto o más nociva que el propio virus. Ha permeado en la sociedad, como una cascada de odio, indolencia y un “valemadrismo” extremo.

Todo comienza en la cima de la cascada, el “pseudo gobierno” que tenemos, no ha atinado a tomar medidas sólidas y concretas. Se ha comportado de manera reactiva, no ha sido propositivo, no tiene un plan y mucho menos una estrategia; los abrazos, ya vimos de nada sirven. (Bueno, solo para honrar y mostrar respeto a viejecitas, santas e inocentes)

En la caída libre de la cascada, vemos grupos de la sociedad que han tomado conciencia y minimizan su actividad, a pesar de que (otra vez) el gobierno, ni los va a apoyar, ni se solidariza con ellos. Es la parte preocupada de la sociedad, que una vez más, se ha aglomerado, para sacar al país adelante y que enfrenta tanto a la pandemia, como a la infamia.

Es en el fondo de la cascada, donde encontramos el más dañino y perturbador escenario. Gente irresponsable, que hace caso omiso al llamado (tardío) a mantenerse en casa, gente que no cree en la pandemia “son inventos de extranjeros”, personas que son indolentes a una situación que inexorablemente, se va a salir de control; un destino que está por alcanzarnos.

Duele en el alma, ver en redes sociales, como se organizan grupos, para realizar saqueos; duele ver en las noticias, que ya se han realizado algunos saqueos; duele ver una tienda de autoservicio invirtiendo dinero, en blindar sus instalaciones, cuando esos recursos, bien podrían tener un mejor destino, en apoyo a quienes, en un momento dado, lo requieran. Hiere ver que la voracidad de algunos es mayor a su necesidad. Acaparan cualquier producto y no permiten que todos por igual lo puedan adquirir.

Pero lo más alarmante en esta etapa de la infamia, es la falta de liderazgo. Un mensaje a la nación, de gravedad extrema, dado por el Secretario de Relaciones Exteriores. Un factótum, que lo mismo compra medicamentos (caducos y no aprobados) que autotanques, de los que al menos yo, no he visto uno solo. ¿Y la figura mas importante de este país? Esto amigo lector, es la mayor infamia y a mediano plazo, será mas perjudicial, que el coronavirus. Al tiempo.

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