Columnas

El Covid-19, un cambio de paradigmas

*Por Zakie Smeke

Ante la  crisis sin precedentes que vivimos por la pandemia  del Covid-19 estamos conmocionados. Las dimensiones del problema son enormes a nivel mundial, a tal grado, que nuestra forma de percibir la vida, el empleo y los intercambios humanos empieza a ser distinta. Nuestras vidas cambiaron de repente y no sabemos cuánto tiempo durará esta contingencia y si de alguna manera se regresará a la “normalidad”.

La situación es tan grave que veremos efectos en el desempleo, la pobreza y el hambre. “Ahora que la pandemia de coronavirus ha puesto a la economía global en un sorprendente estado de suspenso, los países más vulnerables del mundo sufren daños cada vez más intensos.

“Las empresas, a falta de ventas, tienen que despedir a sus empleados. Los hogares que no cuentan con ingresos suficientes gastan a cuentagotas en alimentos. Los inversionistas internacionales abandonan los llamados mercados emergentes a un ritmo no visto desde la crisis financiera de 2008, con lo que provocan una disminución en el valor de las monedas y obligan a las personas a pagar más por bienes importados como alimentos y combustible”.

Cuando nos referimos a procesos de cambio en el mundo empresarial, con la teoría organizacional nos enfrentamos, por una parte, a los cambios planeados  que se ejercen en la estructura, la tecnología y la cultura de la empresa y, por otro lado, a la respuesta inmediata frente al cambio repentino e inesperado.

Es un hecho que durante los procesos de cambio de cualquier tipo siempre nos vamos a encontrar con la resistencia que es un fenómeno psicosocial que nos muestra básicamente tres aspectos: la importancia que el sistema concede al cambio; la información sobre el grado de apertura que la sociedad presenta frente al cambio y, también nos da a conocer los temores que se enfrentan frente a lo nuevo esperado o inesperado.

La pandemia del Covid-19 nos coloca frente a un cambio tan radical en nuestra forma de trabajo, comportamientos y actitudes frente al cual no estábamos preparados, pero que tenemos que responder.

En nuestro país se multiplican las historias individuales como la de Noemí Juárez que Sergio Sarmiento relata en el periódico Reforma. Noemí representa la figura de la empresaria que día a día sale por la mañana con el objetivo de  impulsar su empresa. “La orden de suspensión de negocios no esenciales le aplica a ella quien es propietaria de un salón de belleza. Sin embargo, el deseo de mantener el sueldo de cinco colaboradoras durante un mes o más es simplemente incumplible”.

¿Cuántas pequeños empresarios se encuentran hoy en casos similares? En el mismo artículo Sarmiento cita la forma de ver la situación  por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador: “Anillo al dedo. Vamos a salir pronto dice AMLO, no es una debacle, son muchas más nuestras fortalezas que nuestras debilidades o flaquezas… Nos vino esto como anillo al dedo para afianzar el propósito de la transformación”.

¿En serio presidente? Hoy la mayoría de los ciudadanos nos preguntamos cómo vamos a salir de esta situación, con qué herramientas y estrategias que permitan aflorar la solidaridad entre todos los miembros de la sociedad.

Sabemos que el aumento de muertes en el epicentro de la crisis en los Estados Unidos, ha rebasado a las morgues permanentes y saturado la capacidad de almacenamientos en los hospitales de la ciudad. Las cifras de fallecimientos en esa ciudad se multiplican con creces. El nuevo coronavirus (COVID-19) ha infectado a más de un millón de personas en todo el mundo, la mayoría en Estados Unidos, con más de 245.000 casos diagnosticados.

Se conoce la exitosa estrategia de Corea del Sur para salvar vidas durante la pandemia. «Corea del Sur adelantó una campaña agresiva para combatir el virus. Puso todo su sistema de salud a disposición para diagnosticar tempranamente la presencia del covid-19 en los habitantes de zonas críticas del país», explica Bugyeong Jung, periodista del servicio coreano de la BBC. Un ejemplo de ello es que, a pesar de que EE.UU. y Corea del Sur anunciaron el mismo día el primer caso de coronavirus en sus respectivos países (20 de enero), hasta esta semana EE.UU. había examinado a 4.300 personas en su territorio. Corea del Sur, en cambio, hizo el test en 196.000”.

¿Qué podemos aprender del caso Corea y el caso de Chile que ha logrado mantener a raya el Covid-19 con una tasa de letalidad de las más bajas en América Latina? ¿Cómo tener una visión holítica que promueva a sinergia y el trabajo en equipo para solucionar la difícil situación actual provocada por el Covid-19; qué se hace, cómo se percibe la realidad en otros países, bajo qué paradigmas enfocan su atención?

Según Joel Baker en su famoso video Descubriendo el Futuro, 1989 con base en el libro de Thomas Khun La estructura de las revoluciones científicas, 1962.  Los paradigmas son una serie de reglas y lineamientos que primero establecen límites y, segundo estas reglas nos dicen cómo resolver problemas dentro de esos mismos límites porque es  a través de ellos cómo percibimos.

Los paradigmas actúan como datos que llegan a la mente del científico, siempre y cuando éstos coincidan con sus propios modelos, porque en caso contrario los especialistas están impedidos para aceptar el cambio. Un ejemplo, cuando los relojeros suizos no aceptaron la idea del investigador que propuso el reloj de cuarzo. Elegimos datos que mejor se acomodan a nuestros datos e ideas.

Los paradigmas son como unos lentes a través de los cuales observamos al mundo, si estos son rígidos simplemente tendremos una ceguera paradigmática que impide la flexibilidad y la creatividad vista como herramienta humana en la solución de problemas.

¿Cuál es el status de la creatividad y de la innovación frente a las problemáticas laborales y sociales que demanda la pandemia del Covid-19, qué cambios podrían considerarse y/o implementarse en nuestro país? Conduce como piensas (El País) es un espacio de reflexiones, impulsado por Toyota, sobre estrategias de innovación y cambio que “nos ayuda a seguir mejorando”. En entrevistas con especialistas se tocan temas relacionados con el mundo laboral y con una visión de futuro.

¿Qué competencias humanas, técnicas y sociales se requerirán para los trabajos futuros que aún hoy no se han inventado?  Javier Rodríguez Zapatero, presidente de ISDI, pone sobre la mesa la velocidad con la que cambia el entorno digital en que hoy vivimos, al tiempo que rebasa nuestra capacidad de adaptación a los cambios.

Rodríguez considera que los modelos de aprendizaje que hoy practicamos corresponden más al siglo XX que al  XXI. El reto de los educadores consiste en fomentar una actitud de aprendizaje continuo que fomente la curiosidad para la solución de problemas.

Ciertamente, las habilidades técnicas (ciencias, matemáticas, computación) son solo una parte de la profesionalización; se requiere además de  ser un persona empática, que comprenda el entorno, que desarrolle su inteligencia emocional y que comprenda las implicaciones éticas, sociales, políticas y regulatorias de su función y desempeño. Hoy estamos en un mundo digital con la presencia de Inteligencia Artificial y de robots y es necesario prepararnos para estos cambios.

¿Cuáles son los beneficios del Teletrabajo en la actualidad? Sobre este tema Jaime García Cantero, director de contenidos de Retina, charla sobre flexibilidad laboral con Alejandra Martínez.

Hoy el trabajo no requiere de un lugar fijo. El Teletrabajo o trabajo a distancia permite al empleado aprovechar más su tiempo, disminuir los trayectos y reducir el tráfico y las emisiones contaminantes. La implantación de los horarios flexibles también repercute positivamente en la motivación, el estrés y la conciliación laboral.

Los modelos de trabajo flexible permiten que el empleado diseñe sus horarios, se autoorganice y tenga una ventana para el trabajo colaborativo.

“La clave es que los empleadores participen en la búsqueda de formas de trabajo más eficientes”, señala Charlotte Lockhart, impulsora de la iniciativa The 4 Day Week. Su empresa, Perpetual Guardian, ya lo ha puesto en práctica: sus 240 empleados en Nueva Zelanda trabajan cuatro días a la semana”.

En capítulos anteriores se ha reflexionado sobre el tema de la movilidad con Gianni Rondinella, planificador urbano. Rondinella afirma que “seguimos moviéndonos como lo hacían los griegos hace dos mil años, mientras que las ciudades se han ido ampliando hacia las periferias”.

La movilidad, según Rondinella implica un problema de espacio ya que los autos inmovilizados ocupan un 90% entonces el reto radica en el cómo mover a muchas personas con el menor espacio posible. El modelo ideal, en las ideas todo es posible, es la construcción de ciudades con distancias cortas donde de forma peatonal las personas cubran sus necesidades laborales de ocio y de salud.

Para terminar,

Disponemos de varias pistas y es probable que

 una u otra nos lleve hasta la verdad. Quizá perdamos

tiempo siguiendo una falsa, pero tarde o temprano,

daremos con la correcta.

Sir Arthur Conan Doyle

El sabueso de los Baskerville

 

*Doctora en Filosofía Política

Maestría en Periodismo Político

Psicoanalista

https://twitter.com/z_smeke?lang=es

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