Ecología

México, sin cultura orientada al cuidado de sus mares

Insistió mucho en la importancia que tiene la academia para «levantar la voz de alerta, porque los costos de inacción son muy altos».

A pesar de que estamos rodeados por dos de los océanos más importantes, «México es un país que vive de espaldas al mar». Nuestro país no tiene una cultura orientada al cuidado de sus mares y esto se ve reflejado en el problema que enfrenta el Caribe mexicano respecto al aumento del sargazo, afirmó el doctor Porfirio Álvarez Torres.

El doctor Álvarez Torres es hidrobiólgo, con más de 37 años de trayectoria profesional. Su interés en la problemática ambiental que representa el sargazo surgió desde hace años por el trabajo que ha desempeñado en la región del Golfo de México. Con el monitoreo que realizaba cada año, encontró que la zona de mayor afectación es la península de Yucatán, especialmente Quintana Roo, notando que «ya eran toneladas y oleadas de sargazo» las que llegaban a las costas.

Se dio cuenta de la enorme importancia que tenía el «generar grupos de investigación para colaborar y abordar problemas de esa escala y el traducir la ciencia para que un funcionario público, político o tomador de decisiones la entienda; porque a veces los investigadores no sabemos transmitir los resultados de la investigación. Puede ser muy importante, pero si no la transmites de manera adecuada, posiblemente no importa».

 

Álvarez insistió mucho en la importancia que tiene la academia para «levantar la voz de alerta, porque los costos de inacción son muy altos».

Comparó todo lo que se ha perdido y se sigue perdiendo por la falta de atención a los océanos. «La situación del Caribe es delicada desde antes del problema del sargazo», comentó, ya que México no cuenta con una legislación en torno a las zonas costeras, por tanto, no se le ha podido exigir al gobierno tener una infraestructura adecuada para la protección de los océanos.

«Si no se ponen los referentes adecuados de cuánto hay que atender y con qué herramientas; cómo lo resolvemos. Para eso se requieren de recursos, el problema es que no lo vemos así. La voz de alerta hay que imponerla, tenemos el derecho de decirlo», enfatizó.

El papel del doctor Porfirio Álvarez ha sido el de ensamblar grupos de diferentes temas para difundir la información, porque ve como algo crucial que problemáticas como la del sargazo se vean desde todas las disciplinas posibles, que se haga un trabajo en red, un trabajo multidisciplinario que permita generar discursos de valoración de todos los ecosistemas que estamos perdiendo.

Externo su preocupación sobre todo por la desinformación que hay en torno al tema del sargazo y en general en torno a los problemas ambientales, ya que «hay mucha información gris que sólo distorsiona». Por ese, recalcó que la academia tiene que salir de las aulas para que la información que llevan investigando se transforme en acción.

Para el doctor Álvarez, aún estamos a tiempo de hacer algo desde la academia, desde la sociedad y desde el gobierno, ya que «la problemática del sargazo en México no tiene cara para echarle la culpa a los vecinos del sur», es una problemática que ha sido inducida por la falta de compromiso respecto a la situación ambiental de nuestro país.

El doctor Porfirio Álvarez, junto con la Universidad Iberoamericana, participa en varios proyectos que están buscando darle un uso al sargazo.

Foto: IBERO

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